La participación de los ciudadanos vascos en la jornada electoral de este 12 de julio ha caído 7,2 puntos al situarse en un 52,8%, frente al 60,02% registrado en los comicios de 2016. La cifra supone la más baja de la historia en las elecciones autonómicas vascas, por debajo del 59,6% registrado en 1994.
Esta participación se produce en unas elecciones que han venido marcadas por la pandemia de coronavirus, que obligó a suspender la anterior convocatoria de comicios autonómicos previsto para el 5 de abril, cuando se mantenía el estado de alarma.
La tendencia a la baja ha sido generalizada en los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca en estas elecciones al Parlamento Vasco, que se han desarrollado así en una situación excepcional por la incidencia del coronavirus, por el que se han tenido que adoptar medidas de seguridad en los colegios electorales para garantizar que los ciudadanos pudieran ejercer el derecho a voto.
En Álava ha votado el 50,6% de electores, lo que supone más de 9 puntos menos que hace cuatro años, cuando alcanzaba el 59,74%, mientras que en Bizkaia ha ejercido su derecho al sufragio el 52,4%, lo que representa 8 puntos menos. Hace cuatro años en este territorio, al cierre de los colegios electorales, había acudido a las urnas un 60,48%.
Por su parte, en Gipuzkoa, se ha acercado a las urnas el 54,5% del electorado, lo que supone 4,8 puntos menos que el 25 de septiembre de 2016, cuando al cierre de los centros de votación había votado el 59,38% del censo.
En el histórico de elecciones autonómicas, la participación más baja se registró en los comicios de 1980 donde fue del 59,7%, así como en 1994 cuando se situó en el 59,6%, mientras que la más alta se alcanzó en las elecciones de 2001, donde se elevó a 78,97%. En los comicios de hace cuatro años, la participación fue del 60,02%.