- El lehendakari se da una segunda oportunidad para tratar de consensuar con los partidos el próximo 14 de mayo una fecha para las elecciones autonómicas vascas que fueron aparcadas el 5 de abril por la pandemia del covid-19. La reunión celebrada ayer terminó sin acuerdo y en quince volverán a juntarse para analizar la situación sanitaria en ese momento y comprobar si es posible la propuesta de Iñigo Urkullu de que los comicios se celebren en julio, cuando, según los epidemiólogos, se prevé una más baja tasa de contagios, o incluso en septiembre u octubre, antes de un posible repunte otoñal de la pandemia.
De momento la fecha de las elecciones sigue en el aire. El lehendakari trasladó a los líderes de los partidos la necesidad de "decidir con tiempo suficiente" la celebración de los comicios en julio o a la vuelta del verano y les recordó que la fecha límite para la convocatoria legal de las elecciones sería el 25 de octubre, un mes después de que el 25 de septiembre se cumplan cuatro años desde las últimos comicios al Parlamento. La prerrogativa de convocar las elecciones es del lehendakari, pero Urkullu quiere que la decisión sea compartida y lo más consensuada posible, como unánime fue la decisión de aplazar las de abril en la reunión mantenida el 16 de marzo con los mismos protagonistas.
Los partidos de la oposición, salvo Equo Berdeak, sostienen que no es momento de elecciones sino de gestionar la crisis sanitaria, social y económica generada por el coronavirus, pero antes o después deberán posicionarse para evitar ir hasta primavera o verano de 2021, con un Parlamento Vasco cerrado -funciona la Diputación Permanente, que carece de capacidad legislativa y tiene sus funciones muy limitadas por ley-, una oposición que no puede hacer su labor de control al Ejecutivo y un Gobierno prácticamente en funciones. Todo ello en medio de una pandemia sin precedentes que está dejando una factura sanitaria, social y económica devastadora que exige respuestas inmediatas y firmes.
En aquel decreto firmado por Urkullu el 17 de marzo y que dejó sin efecto el 5-A, se constataba "la imposibilidad material de realizar en condiciones mínimas razonables la campaña electoral y la celebración de la votación en las fechas previstas", y subrayaba que los comicios al Parlamento Vasco se celebrarían "tan pronto como la mitigación de la situación de emergencia sanitaria lo permita". De esta forma, apuntaba que la convocatoria se realizaría "de forma inmediata, oídos los partidos políticos, y por decreto del lehendakari".
El lehendakari les planteó dos escenarios posibles para la convocatoria electoral sobre los que tomar una decisión. La primera opción sería llamar a las urnas en julio, una posibilidad factible incluso si los partidos la consensuaran en la reunión del 14 de mayo, ya que tras el decreto que debería firmar y publicar el lehendakari tendrían que correr los 54 días legalmente preceptivos hasta la celebración de las elecciones. De este modo, los comicios se celebrarían el 19 o el 26 de julio.
Es una opción que tiene un respaldo sanitario y de seguridad ya que los expertos sostienen que "en estos momentos, estamos en una fase de estabilización y descenso del riesgo de contagios" y además auguran que los meses de verano, entre el 21 de junio y el 21 de septiembre, podrían ser los de menor nivel de contagio". La segunda opción presentaría más incertidumbres y riesgos ya que, con la llegada del otoño el 21 de septiembre, hay riesgo de rebrote, según alertó el lehendakari. "No existen garantías al 100 % sobre la evolución de la enfermedad. Lo único seguro es que este otoño no contaremos con el suministro de una vacuna. Por esta razón es tan importante analizar y valorar, con tiempo suficiente, las dos opciones posibles".
Los socios de gobierno, PNV y PSE, coincidieron en la necesidad de llamar a las urnas cuanto antes para recuperar la normalidad política e institucional, siempre y cuando las marcadores sanitarios y epidemiológicos permitan unas elecciones con garantías democráticas y de salud pública. Andoni Ortuzar abogó por celebrar las elecciones en julio, tanto por la previsión de los expertos sanitarios como por la necesidad de contar, "cuanto antes, con un Gobierno y un Parlamento Vasco fuertes que tomen decisiones sin perder un minuto", dada la actual situación generada por el coronavirus.
La secretaria general del PSE subrayó que la convocatoria electoral es competencia "exclusiva e indelegable" del lehendakari e insistió en que en la decisión "se cuente con todas las garantías sanitarias y de participación política" con el objetivo de que se pueda contar con "un Parlamento a pleno funcionamiento y un Gobierno renovado que permitan afrontar todas las consecuencias que deja esta crisis sanitaria".
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, afirmó, tras la reunión de partidos, que su formación no tiene "ninguna prisa" por celebrar los comicios. Otegi señaló que en el encuentro su formación dijo "alto y claro que no toca hablar de elecciones", sino que ahora corresponde debatir sobre "un plan socioeconómico para salvar y rescatar familias, empresas, comercios y autónomos".
La candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, advirtió de que "podría ser que, iniciado el proceso electoral, hubiera que volver a suspenderlo por condiciones sanitarias adversas", por lo que insistió en que "no se puede gestionar la crisis y hacer campaña a la vez".
El candidato a lehendakari de la coalición PP+C's, Carlos Iturgaiz, mostró su convicción de que el lehendakari Urkullu tiene "entre ceja y ceja" convocar las elecciones vascas en julio, ante lo cual indicó que "las urgencias del PNV no son las urgencias de los ciudadanos".