- “A mí me da miedo que esta pandemia suponga un resurgir del nacionalismo, en un blindaje otra vez de las estructuras del estado nación. Yo creo que la apuesta tiene que ser exactamente la contraria. Tenemos que pensar qué hubiera ocurrido si no hubiera una Organización Mundial de la Salud, por muy perfectible que sea”. Jorge Urdánoz, 48 años, se expresa con claridad. Este filósofo navarro apunta a que “es probablemente la primera epidemia que afrontamos desde una perspectiva en la que somos capaces de entender lo que está pasando, y de reaccionar en consecuencia. Las anteriores sucedían casi como plagas bíblicas que caían sobre la humanidad contra las que no se podía hacer nada”. Todo ello, a su juicio, “debería hacernos reconsiderar nuestra concepción de lo que es importante y de lo que significa la defensa de la sociedad”.
“Nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia”, ha dicho el filósofo alemán Jürgen Habermas. En ese sentido, el correctivo sufrido es más frustrante.
-Vivíamos una situación en la que no estaba en el horizonte una amenaza de este tipo. Por eso, cuando salgamos tendremos que reconfigurar muchas perspectivas. Si esta epidemia vuelve a ocurrir dentro de 5 o 6 años, quiero pensar que no responderemos como hemos respondido. Porque la respuesta de Europa y Estados Unidos ha sido desastrosa.
La percepción de que la crisis va a para largo puede generar un panorama para el cual tampoco estábamos preparados.
-Obviamente, estamos en medio de la incertidumbre. Pero ello no elimina el optimismo o la posibilidad de una salida más positiva que lo que ahora percibimos. La humanidad ha pasado por muchas pandemias, bastantes muchísimo más terribles que esta, y la actividad económica se recupera con cierta normalidad después del drama humano y económico que supone. Esta epidemia, por primera vez es planetaria, global. Pero siempre se superan.
Hablaba de su temor a un rebrote de los estados nación. El caso español es complejo por sus singularidades y por el clima político bronco. ¿Ve posibilidades de un pacto?
-Desgraciadamente, de momento, y si no cambia mucho la situación, veo más un ambiente cainita. El Financial Times sacó hace poco un artículo hablando de que en todos los países europeos, más o menos la oposición no está haciendo sangre con los gobiernos, porque se asume que una epidemia es un mal que no tiene carga política, y al que hay que vencer entre todos. En ese artículo se decía que la única gestión oportunista éramos nosotros. Si en momentos como estos, de emergencia nacional, no hay una unión política, eso se traslada a la sociedad y es muy problemático reencauzarlo. Deberíamos ser muy conscientes de la situación en la que estamos, aparcar las diferencias e ir a una política donde se critique al Gobierno, porque efectivamente hay que criticarlo, pero sin caer en moralismos.
¿A qué se refiere?
-El problema es cuando se asume que el otro está haciendo no lo que puede, sino obrando por algún interés oculto debido a la malicia del sujeto. En España se acusa al Gobierno o a la oposición de mentir o de tener intereses espurios..