¿Cree que ha actuado tarde el Gobierno español?

—Ha tomado decisiones cuando ha sido capaces de tomarlas. Es el tono general de falta de autoridad y de incapacidad de establecer complicidades lo que me parece relevante. Hay muchas fantasías sobre lo que ha hecho China, pero solo sabemos lo que hizo a partir de un momento dado. Probablemente, anteriormente se hubieran podido parar muchas de las consecuencias que luego se han visto allí. Había pocas recetas ante una experiencia no nueva pero sí rara, yademás los avisos que habíamos tenido se habían ahogado antes de llegar aquí.

¿Está Sánchez improvisando en exceso o esto va de prueba-error?

—Todo el mundo está improvisando, y el que diga lo contrario miente. Sánchez ha puesto en evidencia un problema de autoridad, al contrario que otros presidentes como Macron, Conte o los propios Jhonson y Trump. Hay un problema de falta de autoridad y de comunicación, una manifiesta incapacidad para construir complicidades. En una circunstancia como esta nunca tenía que haber bajado a hacer el papel de secretario de Estado, explicando medidas detalladas.

¿Se ha aislado en su despacho?

—Debería haber hablado en momentos muy determinantes para lanzar mensajes muy contundentes y siempre abriendo puertas a los demás. Pero, por inseguridad o por lo que sea, ha querido construir esta imagen de recentralización, de concentración del poder en sus manos ninguneando a los demás. Esto se podría haber gestionado buscando la complicidad de las comunidades autónomas y de los demás partidos.

¿Es el advenimiento de una mayor recentralización?

—Es evidente que ha habido un recorte de libertades y también ha habido un recorte de los poderes autonómicos. Cuando se empieza a recortar y quitar competencias, nunca se sabe cuando se van a devolver. Este peligro siempre existe. Pero lo más preocupante es la manera de hacerlo, no haber buscado complicidades desde el primer momento, no haber compartido y deliberado las decisiones con las comunidades autónomas para intentar ceder en lo posible el máximo de las competencias a las autonomías.

¿Han fallado los sistemas de alerta y prevención?

—Una cosa es tener la información y otra tomar las decisiones. Uno de los errores que cometen los dirigentes políticos es decir lo que nos dice la ciencia. Pues no. Su obligación no es hacer lo que nos dice la ciencia, sino tomar decisiones políticas a partir de la información que ofrece la ciencia. Los políticos tienen que atender muchos factores más allá de lo que diga la ciencia y buscar la toma de decisiones en los momentos oportunos. ¿Podían haber empezado a confinarnos antes? Una medida así requiere un cierto consenso social y para ello la gente tiene que ver el peligro.

El gesto de salir al balcón a las ocho de la tarde: ¿es un ejercicio de solidaridad o terapia colectiva?

—Estamos en la paradoja de que se nos pide solidaridad pero se nos confina y encierra en casa. Cuando se produce esta ruptura es normal que se necesiten formas de expresar la comunidad y de sentirse formar parte de un espacio compartido. Por vía telemática la gente se comunica bastante y esto hace más llevadero el encierro, pero somos seres hechos para mirarnos, tocarnos y hablarnos directamente.

El fenómeno de los delatores de balcón parece que va al alza. ¿Es así la naturaleza humana o son una excepción?

—Esta es la pulsión fascista que aguarda siempre en la especie humana, especialmente en un país que lo ha sufrido durante 40 años.

Hay quien dice que discapacitados, autistas y dependientes en general que salen a dar un paseo deben llevar una prenda azul.

—Sería marcar a esas personas y eso solo da alimento a los que buscan colocarlas como un grupo maldito y convertirlas en objeto de escarnio.

¿Hay esperanza en el advenimiento de un nuevo mundo tras esta crisis global?

—Me gustaría creerlo pero temo que se reproduzcan las pulsiones autoritarias y el prestigio de lo autoritario en curso, así como las inercias de los poderes establecidos que ya están pensando en a ver si cuando esto pase seguimos donde estábamos.

“La obligación de un presidente no es hacer lo que nos dice la ciencia, sino decidir en base a la ciencia”

“Sánchez no ha buscado complicidades, no ha deliberado las decisiones con las comunidades autónomas”

“Sánchez ha querido crear una imagen de concentración del poder en sus manos ninguneando a los demás”