- Era la imagen más esperada por la derecha española, aunque su alcance sea por ahora limitado. El Ejército llegó ayer a la comunidad autónoma vasca para desinfectar las instalaciones del aeropuerto de Loiu, lo que supone su primer gran despliegue dentro del operativo por el coronavirus que ya se había extendido por todo el Estado. No obstante, se limitó a actuar en una infraestructura de competencia estatal. El Ejército ha tenido hasta la fecha una actuación de perfil bajo en la comunidad, donde el Gobierno Vasco defiende su capacidad para responder con sus propios medios. El Ejército se había centrado en desinfectar la base militar de Araka por si tuviera que convertirse en un hospital de campaña. Pero ayer una treintena de militares del regimiento nuclear bactereológico y químico y del Ejército de Tierra desinfectaron la torre de control del aeropuerto. Pese al morbo político que puede suscitar, en realidad se daba por descontada esta actuación porque el aeropuerto es una infraestructura de titularidad estatal y voces del PSE y del Gobierno español habían avanzado que iba a suceder. En esa línea, el Ejército se ha puesto en contacto con los ayuntamientos para desinfectar otras infraestructuras estatales como son las estaciones de tren de Adif en Bilbao, Donostia y Gasteiz, según ha confirmado este periódico.
Varios camiones y todoterrenos, asistidos por dos helicópteros, llegaron al aeropuerto alrededor de las 17.00 horas para desinfectarlo. Las infraestructuras vascas, como las que dependen de Euskal Trenbide Sarea, están siendo higienizadas por la consejería de Tapia, desde las competencias autonómicas. También se van a movilizar bomberos, y Seguridad prevé poner en marcha a la unidad de explosivos. Se van a poner sobre la mesa todos los recursos, también privados, para limpiar las furgonetas sanitarias. El Gobierno Vasco estaba al corriente de la llegada a Loiu por una conversación con el delegado del Ejecutivo español, Denis Itxaso. El lehendakari no quiso polemizar en ETB-2 porque el Gobierno español está limpiando infraestructuras de su propiedad.
Se están delimitando con claridad las competencias. El Gobierno vasco ha rechazado en público que sea necesario un hospital de campaña del Ejército en Araka para los contagiados por el coronavirus, algo que sí ha sido necesario en la Comunidad de Madrid, con las 5.500 camas en el pabellón de Ifema. El president Quim Torra también dio ayer la sorpresa al matizar que, si necesita la ayuda del Ejército, la pedirá porque también lo pagan los catalanes. Las fuerzas armadas se van a quedar de manera permanente en Barcelona porque la Fira se ha configurado como centro de acogida. El asunto de la limpieza de Loiu ha traído cola. La actuación estaba prevista desde hace días, pero se canceló en el último momento para atender otra petición más urgente.
El PP continuó ayer exigiendo al Gobierno vasco que pida ayuda al Ejército para que se generalice su presencia en suelo vasco, traslandando la imagen de que los servicios autonómicos están colapsados. Amaya Fernández dijo que la llegada de ayer "no debe ser algo puntual". El PSE, socio del PNV, tuvo un perfil más discreto, aunque saludó la llegada porque le permite aligerar la presión a Sánchez y proyectar normalidad. Mendia dijo que esa ayuda no se podía "desperdiciar".