- El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, desgranó ayer que su dinero en Suiza la gestionó Arturo Fasana y lo colocó en la cuenta denominada "Soleado", la misma, en la que, según le dijo el gestor, tenían sus fondos grandes fortunas españolas y el rey emérito Juan Carlos I. "Que dé Fasana las cuentas (...) de todas las grandes fortunas españolas que están en la misma cuenta que la mía; gente muy importante, que está todos los días en la televisión", reclamó Correa en el juicio que celebra la Audiencia Nacional sobre los presuntos contratos irregulares adjudicados a sus empresas durante la visita del Papa a Valencia en 2006. El fiscal pide 38 años de prisión para Correa, que se encuentra en prisión ya por otras piezas de la red Gürtel, pero el empresario ofreció pocos datos al respecto.
A preguntas de la defensa de uno de los 23 acusados, se refirió a sus cuentas en Suiza, a donde llegó de la mano del también procesado José Ramón Blanco Balín, asesor de Orange Market, empresa de la trama, y exvicepesidente de Repsol YPF. Según Correa, se lo presentó Alejandro Agag, el yerno del expresidente José María Aznar, y Blanco Balín se ofreció a gestionar sus cuentas y "crear una estructura" porque estaba ganando bastante dinero con distintos negocios en Latinoamérica. Balín le llevó a Ginebra y le presentó a Arturo Fasana, "que tiene un despacho que lleva grandes fortunas españolas", y a Dante Canonica, otro gestor de cuentas en el país helvético relacionado con clientes españoles. Correa señaló que él entonces tenía ya dinero en Suiza y en Mónaco, "obviamente dinero que no estaba declarado en España", y que le abrieron una cuenta en el Credit Suisse. Según su relato, los gestores le pidieron que no hiciera preguntas, pero le explicaron que sus fondos iban a pasar por la cuenta "Soleado", "que es donde están pasando las grandes fortunas del país, incluida las del rey de España", en referencia a Juan Carlos I. El presidente del tribunal detuvo entonces su declaración para pedirle que no hiciera referencias al anterior jefe del Estado ni a otras personas que no pudieran defenderse al no estar presentes en el juicio y Correa le dio la razón, no sin antes decir que si no había hablado antes era porque tenía "miedo".
Fasana llegó a estar imputado por la Audiencia Nacional en el caso Gürtel, si bien el magistrado archivó la causa para él la semana pasada. "Es tan sencillo como detenerle y decirle dé usted todas la cuentas de todas las personas", lamentó Correa, quien recordó sus "ganas de llorar" al escuchar en Nochebuena desde su celda que la justicia es igual para todas las personas. "Ese señor que está en la misma cuenta que yo y tiene el doble de dinero está en libertad; la justicia no es igual para todo el mundo", añadió. El juez volvió a recordarle que lo que se juzga son los contratos durante la visita del Papa, pero de ese tema Correa dijo poco: precisó que de su gestión se encargaron su hombre en Valencia, Álvaro Pérez el Bigotes y Pablo Crespo, su mano derecha. Si se los concedieron, aclaró, fue porque el ajustado precio de sus ofertas, muy inferiores a las de los competidores. Correa, ya recuperado de los dolores de la hernia que padece, se jactó de que su declaración en el juicio de la primera época de la Gürtel "supuso un cambio de gobierno", aludiendo a la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Por su parte, el exdirector general de la Policía y expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino negó que participara en las decisiones para adjudicar a empresas de Gürtel contratos por la visita de Benedicto XVI a Valencia. Según afirmó, por su experiencia policial y al haber participado como católico en otros encuentros con el Papa, el arzobispo de Valencia le pidió que colaborara en temas de seguridad y de voluntarios como hizo en otras ocasiones. Las fiscales estiman sin embargo que utilizando gestiones realizadas por Cotino, los acusados consiguieron que fueran adjudicados al grupo de Correa contratos para instalar en las calles de Valencia de pantallas y sonido por 7.493.600 euros y que se hiciera cargo del gasto la RTVV, con unos sobrecostes que les aseguraban beneficios. Así se repartieron supuestamente 3.387.197 euros de dinero público entre García Gimeno, Francisco Correa, Pablo Crespo, Álvaro Pérez y Blanco Balín. Fiscalía cree que Cotino recibió como regalo un chaquetón de 375 euros.
"Ese señor, que está en la misma cuenta que yo y tiene el doble de dinero que yo, está en libertad"
Empresario, líder de la 'red Gürtel'