gasteiz - Los trabajadores del Parlamento Vasco han tenido la fortuna de que el momento álgido del coronavirus se ha producido con la Cámara ya disuelta por las elecciones autonómicas del 5 de abril y, por lo tanto, en un periodo de inactividad, sin plenos, y con poco ajetreo entre sus cuatro paredes, de manera que es más complicado que se produzca una situación de riesgo. Por ahora, la tranquilidad es mayor que en el Congreso de los Diputados del Estado español, que se ha visto sacudido por el positivo de Ortega Smith. No obstante, teniendo en cuenta que la sede del legislativo se encuentra en Gasteiz, especialmente castigada por el virus, la Mesa del Parlamento, en su reunión prevista para hoy, va a abordar unas medidas de protección y planteará probablemente cerrarlo al público. Se estudia suspender las visitas organizadas y las excursiones de los ciudadanos a la institución. Aunque no hay actividad política, los funcionarios y varios trabajadores de los partidos siguen frecuentando el edificio, y a todos ellos se les han facilitado pautas de contención para que vigilen si tienen fiebre. Se ha colocado también gel desinfectante.
Según ha podido saber DNA, ahora mismo está sobre la mesa un informe de la dirección de recursos humanos para determinar cómo actuar. Ese informe propone suspender de manera temporal las visitas organizadas de grandes grupos de escolares y colectivos de toda Euskadi, que pueden ser el caldo de cultivo para propagar el virus por tratarse de grupos numerosos en un espacio cerrado y limitado. A los trabajadores se les ha facilitado información para actuar en caso de tener fiebre, y se han colocado geles desinfectantes para lavarse las manos.
Poco más puede suspender el Parlamento, ya que no hay plenos semanales por la convocatoria electoral, y tampoco hay comisiones para trabajar en leyes por el mismo motivo. Lo único que existe ahora es la Diputación Permanente, una versión reducida del Parlamento que solo se reúne cuando es convocada de manera expresa para abordar cuestiones de urgencia, como sucedió con la comparecencia del lehendakari tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar. Sí se mantienen las reuniones semanales de la Mesa, que trabaja en cuestiones internas de funcionamiento y organización. No se contempla la opción de suspender las citas porque solo congregan a cinco personas (por lo tanto, no es ninguna multitud ni hay un riesgo de contagio exponencial) y, además, a veces la reunión tampoco es presencial, sino virtual.
Por otro lado, hoy mismo a las 17.00 horas tendrá lugar la reunión de la Junta Electoral en el Parlamento Vasco. En principio, la reunión también sigue en pie. El órgano presidido por Juan Luis Ibarra tiene que abordar la situación que se ha abierto con el coronavirus, que sobrevuela la convocatoria de las elecciones del 5 de abril y sus quince días previos de campaña. Tomará como referencia las limitaciones anunciadas por los gobiernos vasco y español para los grandes actos. Aunque nadie duda ya de que la situación es de anormalidad política, en cuanto a la convocatoria electoral en sí misma, es prematuro para tomar una decisión drástica que suponga cancelar los comicios porque queda casi un mes. Tampoco hay un enganche legal claro. Se trabaja con el precedente de las elecciones al Senado en la región italiana de Umbría, que sí se celebraron pero cuidando la higiene, la ventilación y las distancias. En el caso vasco, los miembros de la mesa tendrán guantes de plástico.
sin besos en el 11-M Por otro lado, el Gobierno Vasco velará hoy por que se respete el protocolo en el homenaje a las víctimas del terrorismo en Gasteiz. El reto es evitar los saludos con contacto físico (besos y estrechar las manos o darse abrazos), y mantener una distancia de un metro entre los asistentes. Este acto, que suele ser emotivo, va a tener esta vez una escenificación más fría por el virus.
Comisión del Concierto. Está previsto que hoy se reúna en Madrid la Comisión Mixta del Concierto Económico para que los gobiernos vasco y español pongan firma al acuerdo que han alcanzado en varios asuntos pendientes. La convocatoria se mantiene pese a la delicada situación en la capital estatal porque no será una reunión multitudinaria, aunque Madrid ha extremado las precauciones. Las Juntas Generales de Álava sí han suspendido ya los plenos y varias comisiones.