barcelona - Hora y media de deshielo con más gestos que avances. Así discurrió la reunión entre Quim Torra y Pedro Sánchez en el Palau en la que ambos mantuvieron su disposición a buscar cauces de diálogo, comenzando por la celebración este mismo mes de la mesa bilateral, pero enrocados en sus posiciones. Mientras la libreta del jefe del Govern está encabezada por el derecho de autodeterminación y la situación de los presos y exiliados, sin que recibiera del socialista aportaciones en este apartado del conflicto político; en la del presidente español reina la voluntad de ofrecer a Catalunya inversiones y mayor nivel de autogobierno. De ahí que el president persista en que son necesarias ofertas "concretas" porque tras esta primera cita "aún no sabemos cuál es la propuesta del Gobierno español".
De hecho, pese a la "cordialidad de la cumbre", en palabras del propio Torra, éste pidió evitar generar "falsas expectativas" con la mesa de negociación entre gobiernos, que uno y otro liderarán y que dos equipos técnicos se encargarán de preparar para que se reúna este febrero. "Sobre autodeterminación me ha trasladado que autogobierno dentro de la Constitución y no he tenido respuesta sobre el fin de la represión", valoró el president, que convocará una cumbre con los diferentes actores del independentismo para explicarles el documento de 44 puntos que le entregó Sánchez, a fin de consensuar una estrategia "unitaria". Previamente, el presidente español había echado mano de su discurso de investidura para insistir en "recomenzar" las relaciones con la Generalitat y "retomar la senda de la política" y dejar "atrás" la judicialización. "La ley es la condición pero el diálogo es el camino", promulgó, precisando que éste "no será fácil ni rápido, hay heridas muy profundas". "Yo no tengo miedo a hablar de nada", aseveró el socialista, pero aclarando que tiende la mano en clave autonomista en tanto que su proyecto es "integrador y representa mejor la pluralidad y el sentimiento de los catalanes".
sin mediador Es más, respecto a la demanda del Govern de que exista un mediador en las conversaciones, Sánchez se escudó en su compromiso de "diálogo franco y transparente" y que la garantía serán "los 47 millones" de españoles que serán testigos. Así, Torra se mostró menos entusiasta. "Seguimos pendientes de saber si hay un cambio de ciclo, me habría gustado que Sánchez me hubiera anunciado su propuesta. Yo la desconozco; nosotros la hemos hecho una y otra vez", reiteró, recalcando que la mesa no debe abordar cuestiones sectoriales que ya debían haber sido cumplimentadas, o al menos no exclusivamente. "Cuánta democracia es capaz de asumir el Estado, esto es lo que está en juego en esa mesa", advirtió Torra. E insistió: "Sobre la autodeterminación y la represión, el Gobierno no se ha movido. Hablamos mucho de gestos y lo que queremos son soluciones, abordar el conflicto de Catalunya, que es de soberanía". Hasta el punto de que a juicio del president, algunas de las propuestas de Sánchez podrían abordarse en un solo Consejo de Ministros. Además, este mes también se prevé la Comisión Bilateral Estado-Generalitat para abordar cuestiones de gestión autonómica.
En este contexto, Sánchez lamentó que la última década haya estado "presidida por el desencuentro, el conflicto institucional y la tensión social. El balance es lamentable. Nadie ha ganado. Todos hemos perdido". Bajo el título Agenda para el reencuentro, el documento de Moncloa arranca con la reunión constitutiva de la "mesa de diálogo, negociación y acuerdo", y a continuación apunta a la regeneración, desjudicialización y la búsqueda de soluciones "en el marco de la ley y el respeto a la seguridad jurídica". En este primer epígrafe, el Ejecutivo español habla de medidas como la supresión de aforamientos y subraya su intención de homenajear a las víctimas de la dictadura y de anular las condenas y sanciones a las mismas, como la del expresident Lluís Companys. Un nuevo sistema de financiación autonómica que "permita garantizar la lealtad y solidaridad entre territorios y la igualdad de todos los españoles" es lo que propone Sánchez a Torra en el segundo capítulo. Y que en los próximos Presupuestos cumplirá con las disposiciones del Estatut sobre la inversión. También se compromete a estudiar "los planteamientos tributarios de la Generalitat", apuesta por la "reducción de la conflictividad institucional" y la disposición "a escuchar y atender demandas" sobre resoluciones y textos legislativos pendientes de recurso o de sentencia. Becas, plazas judiciales, reclamaciones administrativas, incremento de la plantilla plantilla de los Mossos, coordinación en materia de acción exterior siempre que las delegaciones de la Generalitat se ajusten a los principios de la Ley de Acción, incluir en la Ley de Educación la normativa que afecta al modelo de escuela catalana e invertir en ferrocarril, puertos y El Prat, entre otros temas, completan la agenda de Sánchez.
satisfacción en moncloa Aspectos que desfilan ajenos al meollo del conflicto político, exigencia del Govern y, principalmente de JxCat, en tanto que ERC divisa desde la retaguardia la evolución de este nuevo marco de relación institucional. De los republicanos depende que el Gobierno de coalición pueda sacar adelante sus Presupuestos. Entre tanto, Moncloa acabó satisfecha con esta primera reunión que "normaliza" relaciones, enfatizando que no hubo gestos disonantes ni protestas en la calle. Desde fuentes del Ejecutivo de Sánchez destacaron que desde 2010 no se veía una bandera de España en el Palau -colocada junto a la senyera tanto en la sala de la reunión como en la de las conferencias de prensa-, evitándose imágenes no deseadas, como la del inmenso lazo amarillo que había en el patio de los naranjos.
El vicepresident Pere Aragonès (ERC) no acudirá hoy al Consejo de Política Fiscal y Financiera, pero el Govern estará representado por un alto cargo, la secretaria de Economía, Natàlia Mas. Tras el encuentro con Pedro Sánchez, Quim Torra dio por hecho que el republicano no estaría presente pero la Generalitat no dejará la silla vacía, sino que enviará a la número tres del departamento de Economía, una economista de alto nivel, que trabajó en Fráncfort, en el Banco Central Europeo, entre 2004 y 2014. El Govern discrepa del objetivo de déficit del 0% impuesto por el Estado a las autonomías.
El Parlament reclamó ayer con los votos favorables de los independentistas y la abstención de los comunes que en la mesa de diálogo se cuente con un "mediador internacional" que "vele por el cumplimiento de los acuerdos", algo que desdeña Sánchez.