gasteiz - El PP de la CAV avisó ayer a la dirección estatal del partido de que está dispuesto a plantar batalla en defensa de Alfonso Alonso como líder de la formación y como candidato a lehendakari en las próximas elecciones autonómicas vascas. Considera que es "el mejor" para el puesto y llama a "cuidarlo y mimarlo" en lugar de cuestionar su liderazgo, como lo han hecho en los últimos días algunos dirigentes de mucho peso del partido en Madrid, como Cayetana Álvarez de Toledo, y anteriormente la dirección estatal de la formación liderada por Pablo Casado.
El primer aldabonazo en defensa de Alonso tendrá lugar hoy, a partir de las siete de la tarde en Gasteiz. A esa hora se reunirá de manera extraordinaria la Junta Directiva regional del PP de la CAV para respaldar a su líder y abordar la situación política y la posibilidad de un adelanto electoral en Euskadi, alimentada en los últimos días por el lehendakari, Iñigo Urkullu. Tras anunciar la reunión de esta tarde, la secretaria general de los populares vascos, Amaya Fernández, hizo ayer una defensa cerrada de su jefe de filas y aseguró que no se imagina "a nadie mejor que Alonso para liderar el constitucionalismo en Euskadi en las próximas elecciones".
El aviso a Génova de la número dos de los populares vascos fue aún más rotundo al señalar que "no está en cuestión" el liderazgo de Alonso y aventurar que "en breve se formalizará" su candidatura a lehendakari. Fernández recalcó que "no hay fisuras" en el seno del partido en la CAV en torno a la figura de su actual líder, obviando las inclinaciones de sectores del PP vizcaino hacia las posiciones de Génova, proclives a la degradación del político alavés y su sustitución por alguien más afín a Casado y con un tono y un discurso más frontal frente al socialismo.
El cierre de filas en torno a Alonso viene de lejos en el seno del PP de la CAV, consciente de que no es del gusto de la dirección estatal liderada por Casado, refractario a la línea sorayista que traza el presidente de los populares vascos, con un tono más moderado y un rechazo nítido a cualquier acercamiento a Vox. Tampoco el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, levanta muchas simpatías en Génova, pero a diferencia del líder popular vasco tiene las espaldas electorales bien cubiertas tras haber ganado las últimas elecciones autonómicas y mantener un respaldo mayoritario en su tierra en las últimas contiendas en las urnas. Alonso, al igual que su homólogo del PP catalán, Alejandro Fernández, no puede presumir de esos números electorales, lo que le pone a los pies de los caballos ante la dirección estatal del partido.
Álvarez de Toledo echó el martes más sal en la herida de Alonso al recordar que el liderazgo de Núñez Feijóo en Galicia está fuera de toda duda debido a su respaldo en las urnas, en contraposición a la situación "distinta" de los populares en Euskadi, donde, a su juicio, "el constitucionalismo está más frágil". La advertencia llegó al día siguiente de que Casado dijera que Alonso tenía "toda su confianza", pero el reproche de la número tres del PP en el Estado fue todo un aviso a navegantes y ha encendido las alarmas en las sedes de los populares vascos.
Preguntada ayer sobre las declaraciones de Álvarez de Toledo, Amaya Fernández respondió con ironía que "procura quedarse con las cosas que son importantes y me quedo con lo que ha dicho Casado, que mostró su confianza en el PP vasco y en Alfonso Alonso".
Alianza con ciudadanos Fernández también desveló que en la Junta Directiva de esta tarde se hablará de todo. "Lo único que está descartado es que Alfonso Alonso presente su dimisión. Estamos detrás de él", apostilló. Intentó en reiteradas ocasiones despejar balones sobre las maniobras que pueda estar preparando Génova para descarrilar al presidente de los populares vascos. "Es el mejor de entre todos nosotros. Sé que leen informaciones, pero me quedo con los hechos y desde luego no hay posible constitucionalismo en Euskadi sin el PP vasco", defendió.
La amenaza de un dedazo de Génova imponiendo a su candidato a lehendakari, degradando así a Alonso, sería la puntilla para el PP en Euskadi. Los populares arrastran varias citas electorales con unos pobres resultados, lo que unido a la poca presencia institucional y relevancia política, las tensiones con Génova sobre el modelo político con el que operar en Euskadi y las crisis en el PP guipuzcoano evidenciadas con el abandono de Borja Sémper le sitúan en una complicada posición ante las elecciones.
Sus posibilidades para remontar el vuelo pasan por solucionar esos problemas y también por la creación de una coalición electoral con Ciudadanos en Euskadi. Amaya Fernández volvió a decantarse por esta opción. "Sería una oportunidad y una puerta abierta a la esperanza", subrayó, y añadió que ya están hablando para formalizar "esa unión del constitucionalismo".
Al contrario que en las últimas elecciones, Ciudadanos se decanta ahora por esa opción, también en Galicia y Catalunya. La formación naranja adelantó ayer que "no vetará a ningún candidato del PP", dentro de las negociaciones de ambos partidos de cara a la posibilidad de formar listas conjuntas en las próximas elecciones autonómicas.
El caso de Galicia. El presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que va a "intentar seguir trabajando con independencia del ruido o de las noticias", al ser preguntado sobre si prevé acompasar las elecciones autonómicas gallegas a las de Euskadi. Ambas comunidades han coincidido en la fecha electoral en las últimas tres contiendas electorales desde que en 2009 el socialista Emilio Pérez Touriño anticipó los comicios gallegos y los vascos decidieron secundar esa fecha.