madrid - La unidad y la coordinación entre ministerios son dos de los aspectos que más preocupan al nuevo Ejecutivo, mayormente porque se trata de la primera experiencia de coalición desde la II República. También entra en juego la desconfianza mutua que ha existido en el pasado entre socialistas y morados, y que Pedro Sánchez quiere que no se repita. Por ello, el presidente del Gobierno reclamó ayer a sus ministros "propósito firme de unidad" y habló de incorporar nuevas estrategias para evitar descoordinaciones entre las carteras. En ese sentido, Sánchez espera que su gabinete tenga "una sola meta" y emita "el mismo mensaje".
En una misiva dirigida a los titulares de las 22 carteras del nuevo Gobierno el mismo día en que se reunió por primera vez el Consejo de Ministros, Sánchez deja claro que el gabinete tiene que ir "más allá" de los intereses partidistas del PSOE y de Unidas Podemos, y trabajar para conformar "una amplísima mayoría progresista de la sociedad española", que a su juicio quiere dejar atrás el "pesimismo" y ver cómo el país "avanza".
Para lograrlo, el presidente socialista insta a sus ministros a ser "proactivos, resueltos y ejecutivos" en cuestiones de organización, que serán de importancia en un Ejecutivo sobredimensionado que cuenta con cinco titulares más. A este respecto, Sánchez ve la necesidad de incorporar métodos que permitan "anticiparse" a los acontecimientos que puedan surgir y responder a los problemas y retos con "premura y eficacia".
Por otra parte, el jefe del Ejecutivo español realizó una defensa de la política de "concordia", en contraposición al tono extremadamente bronco que se vivió durante la investidura. Así, Pedro Sánchez cree que los ciudadanos están cansados de los episodios "frecuentes de crispación estéril" y de "choques y desencuentros" en la política estatal. Por ello, quiere demostrar que en el nuevo tiempo gubernamental no habrá "griterío o discordia", sino medidas "útiles y provechosas" para resolver los problemas de la gente.
En esa tarea que calificó de "apasionante", el líder socialista identificó diversos retos para las "grandes transformaciones" que a su juicio necesita el Estado español. Entre ellos están el robustecimiento de la economía y la creación de empleo de calidad, la cohesión territorial en base al diálogo, la justicia social, la emergencia climática y la igualdad real de la mujer. En definitiva, Sánchez defiende que el Gobierno de coalición ha nacido con "vocación de servir a los españoles, porque no hay nada más progresista que unir al país".
rendir cuentas cada 100 días Por otra parte, el presidente del Gobierno se comprometió a comparecer cada 100 días para rendir cuentas del trabajo que haya realizado su gabinete, así como para someterse a las preguntas de la prensa. "Vamos a rendir cuentas de los avances en cada una de las áreas, de los departamentos en cada uno de los ministerios y queremos también rendir cuentas regularmente de los progresos que vayamos realizando en estos meses de actuación del nuevo gobierno, lo vamos a hacer cada 100 días", prometió.
Según añadió Sánchez, las comparecencias tendrán lugar en La Moncloa y también intervendrán el resto de ministros que conforman el gabinete. "Imagino que la oposición no me llamará cada 100 días sino cada 100 segundos para que comparezca en el Congreso, como es lógico en su tarea", bromeó para concluir.