madrid - En el último Consejo de Ministros de 2019, el pasado 27 de diciembre, el entonces Gobierno en funciones de Pedro Sánchez optó por aplazar la subida de las pensiones y del salario mínimo interprofesional hasta que se constituyera el nuevo Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos, en lo que se interpretó como una medida de presión al resto de formaciones políticas para que apoyaran la sesión de investidura del líder socialista. Superada dicha sesión el 7 de enero, y tras la jura o promesa del cargo de los 22 ministros y el tradicional traspaso de carteras de ayer, hoy se celebrará el primer Consejo de Ministros, de carácter extraordinario, que adoptará las medidas de cariz económico más urgentes, tal y como prometió Sánchez.
Es el caso de la subida de las pensiones un 0,9%, con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Precisamente ayer, los pensionistas vascos celebraron el segundo aniversario de sus movilizaciones semanales reclamado al nuevo Gobierno que concrete sus medidas sociales. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se comprometió ayer a actualizar las pensiones en base a la inflación y a "cerrar de forma rápida y efectiva el déficit actual", negociando con los grupos, patronal y sindicatos.
Tras tomar la cartera de manos de su antecesora Magdalena Valerio, Escrivá avanzó que se abordará una "reflexión sobre un sistema de previsión complementaria", es decir, planes de pensiones de empresas. Abogó por una "reforma del sistema de pensiones que sea equilibrada, creíble y sostenible económica y socialmente", y añadió que "los trabajos del Pacto de Toledo, que hace un año estuvieron muy cerca de culminar en un acuerdo, son un excelente punto de partida".
Subida salarial Sobre la mesa del Consejo de Ministros también estará de forma inmediata la actualización de los salarios de los funcionarios, con la subida prevista del 2%, así como la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, como el artículo 52, que contempla el despido por absentismo. La nueva ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, situó ayer la lucha contra la precariedad laboral como su principal objetivo en esta legislatura, por lo que apostó claramente por derogar la reforma laboral de 2012.
Ante los principales dirigentes empresariales y sindicales, que quieren sentarse con el nuevo Ejecutivo en sus primeros quince días de andadura, la ministra hizo un guiño al diálogo social, que será "la base de la acción del Ministerio". A la espera está la subida del salario mínimo interprofesional.