madrid - El ejemplo más significativo de la campaña de presión alentada por la derecha contra los diputados que han apoyado la investidura de Pedro Sánchez es el de Tomás Guitarte, el único diputado de Teruel Existe. Desde el pacto que suscribió el pasado viernes con la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, Guitarte ha sufrido pintadas en su localidad natal, Cutanda, acusándole de “traidor”, y ha recibido cerca de diez mil mensajes amenazantes, lo que ha llevado al Ministerio del Interior a ponerle medidas de protección no especificadas.
De hecho, el propio diputado desveló que en la noche de Reyes, víspera de la votación de ayer en el Congreso, durmió fuera de su domicilio, en Teruel, por seguridad y a recomendación del servicio de contravigilancia del Congreso. Añadió que este servicio también le ha custodiado todos los días en que ha permanecido en Madrid.
La gravedad de la situación es tal que la propia Lastra, durante su discurso en la sesión definitiva del pleno de investidura, agradeció a Guitarte su “valentía”. El representante de Teruel Existe, en su propio turno de intervención, justificó su voto en la “responsabilidad institucional” y para buscar soluciones “a la problemática de la España vaciada”. Su partido estudia denunciar los miles de correos recibidos por “la gravedad” de su contenido.
La portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, tachó estas amenazas de “aspavientos victimistas” y dijo que la “mayor presión” que sufren algunos diputados es la de su conciencia. - C.C.B.