barcelona - Artur Mas no cierra la puerta a su regreso a la primera línea política como candidato a president aunque lo supedita a “cómo estén las cosas” y bajo la convicción de que no es necesario convocar nuevas elecciones como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo en la causa del procés. “Mi deseo es que sea alguien que no tenga tanta tradición política”, una persona que él tiene en mente, aunque no quiso desvelar el nombre, y “que se la juegue, en el sentido de salir ahí y ponerse a liderar”. El exjefe del Govern trasladó a Carles Puigdemont la responsabilidad de pilotar ese proceso de elección dentro del partido, que debería aglutinarse, a su juicio, bajo las siglas de JxCat, por lo que cree que el PDeCAT tendría que “integrarse en una formación de base más amplia”. Aunque Mas aseguró en TVE no tener ganas de plantearse siquiera su regreso, matizó que desde un punto de vista político no sabe lo que haría una vez que legalmente pueda hacerlo a partir de febrero, cuando expire su inhabilitación.
El exlíder convergente contradice también al republicano Oriol Junqueras ya que no encuentra la conveniencia de llamar a comicios porque “son el camino más fácil pero no el bueno”, arguyendo que ya existe una mayoría soberanista en el Parlament y que, “aquellos que quieren elecciones, nos tienen que decir para hacer qué que no se pueda hacer ahora”. Mas aclaró que la razón política por la que se podría replantear su voluntad de servir de nuevo a la ciudadanía catalana, después de liderar el arranque del procés y la consulta del 9-N, sería “el sentido del deber y la responsabilidad según estén las cosas en febrero”, recalcó en la jornada de resaca de la Diada. “Desde el punto de vista legal, podré a partir de febrero; desde un punto de vista político, no lo sé; y desde un punto vista personal, sería que no”, repitió. Y zanjó: “Según cómo estén las cosas en febrero o marzo, me pesará más o menos”. En las últimas fechas se ha aireado que llevaría manteniendo citas discretas con empresarios catalanes, y también con miembros relevantes de la antigua CDC, e incluso del actual PDeCAT, para sondear los apoyos que tiene. Solo hace unos días reconoció que “hay bastante gente, de manera creciente, que me pide que coja más responsabilidades de las que tengo actualmente”.
Cuestionado respecto a si el Govern debe volver a la unilateralidad, como requirió la ANC en su alegato de la Diada al entender que es lo que ha posibilitado llegar al punto donde se halla en estos momentos el ansia rupturista, Mas desdeña esta opción. “Nuestro deseo primigenio no ha sido tomar decisiones unilaterales. No estamos instalados ni queremos la unilateralidad, que ha sido consecuencia de la ausencia total de diálogo”, consideró, censurando por su parte al Estado español por responder al reto catalán con muchas dosis de “represión, represión pura y dura”.