madrid - El Gobierno español persiste en su ofensiva contra la política exterior de la Generalitat. Después de que la secretaría de Estado de la España Global difundiera un informe de 72 páginas para tratar de desmontar el procés, ayer el Consejo de Ministros acordó dar el primer paso para recurrir el Plan de Acción Exterior de la Generalitat por entender que excede las competencias de las autonomías en esta materia e incumple por tanto la Constitución: “Ofrece una proyección de Catalunya como Estado”, retrató la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá. “Tras estudiar el Plan, el Gobierno considera que no respeta la competencia del Estado en materia de coordinación de la acción exterior ni los principios y directrices que deben regir la acción autonómica en estos ámbitos”, manifestó. En concreto, el Ejecutivo de Pedro Sánchez cursará un requerimiento de incompetencia, un paso por el que reclama al Govern que modifique, derogue o retire la iniciativa. Si en un mes el Gabinete de Quim Torra no rectifica, Moncloa presentará el conflicto ante el Tribunal Constitucional.
El ministro de Política Territorial, Luis Planas, explicó que Madrid quiere “dar una oportunidad” a la Generalitat pero censuró el contenido de la iniciativa catalana. “Efectuamos este requerimiento para restaurar la legalidad constitucional”, justificó. A su entender, el Plan aprobado incluye “una ficción de Estado que no se corresponde con la realidad”, porque no se presenta a Catalunya en ningún momento como la comunidad autónoma que es y se omite cualquier referencia a la política y a la legislación española, según el Gobierno de Sánchez. Es decir, entiende que se vulnera el artículo 149 de la Constitución, que es el que delimita el ámbito competencial entre Estado y comunidades, y que especifica en el punto 3 que las relaciones internacionales son competencia exclusiva del Estado.
Este proyecto fue expuesto por el conseller Alfred Bosch el pasado 25 de junio tras la reunión del Consell Executiu que preside Torra. Entre otras cosas, el plan tenía que dar cobertura a la apertura de nuevas delegaciones de la Generalitat en el Exterior para tener representación en los cinco continentes, anunciando la creación de las mismas en Túnez, Ciudad de México y Buenos Aires. Planas precisó que el documento fue publicado en catalán y en inglés con expresiones “equívocas” y un “uso retorcido del lenguaje”. Se califica a los consejeros de ministros y a Catalunya, de “país”, según la expresión empleada en inglés, y para el término “actor reconocido en el mundo” se emplea “country recognised around the world” o el término “consejero” por el de “Minister”, en lugar de “Regional Minister”. Se concede a Catalunya relaciones diplomáticas y consulares, y capacidades que la Constitución reconoce solo al Estado, relató.
Este requerimiento de incompetencia es un nuevo intento por vías judiciales y/o administrativas por parte del departamento que dirige Josep Borrell de frenar los propósitos de la Generalitat en materia de Exteriores. Asimismo, el Govern acusó recientemente a Exteriores de llevar a cabo labores de “espionaje” contra algunas de sus delegaciones. Esta misma semana se conoció que la fiscalía alemana ha admitido a trámite una denuncia que hizo el pasado julio la delegada del Govern en Berlín, Marie Kapretz, en lo referente a esta materia.