madrid - Si Pedro Sánchez necesitara finalmente del independentismo para la investidura, ERC no se lo pondrá fácil. Después de ver caer Barcelona por el pacto entre comunes y socialistas con el aval de Manuel Valls, los republicanos esperan un gesto, y algo más, para suavizar el escenario surgido tras impedir a Ernest Maragall erigirse en alcalde. El presidente de su grupo parlamentario en la Cámara catalana, Sergi Sabrià, adelantó ayer por dónde podría reconducirse esta situación: que la Abogacía del Estado solicitara la libertad provisional de los presos soberanistas, que esperan la sentencia del Tribunal Supremo por la causa del procés, algo a lo que sin embargo no está dispuesta en línea con el rechazo que también mostró la Fiscalía.

“De la Abogacía siempre esperamos algo más”, sugirió Sabrià sin muchas esperanzas de que así lo hagan, por lo que esta ausencia de gestos por parte del Gobierno español “lo hace todo muy difícil”. En declaraciones a El Matí de Ràdio 4 de RNE, el dirigente republicano expresó su poca confianza en que una petición de este tipo pueda ser atendida vistos los precedentes, aunque confía en que todavía haya un “margen discrecional para devolver a la política lo que es de la política”, argumento empleado por los acusados en las conclusiones finales del juicio en el Supremo.

Fuentes de la Abogacía sostienen que el organismo desestimó las peticiones que habían presentado los procesados en prisión preventiva al recordar que el proceso penal no ha finalizado por el hecho de que haya acabado la vista oral, y que los jueces deben todavía deliberar y dictar sentencia. Tras recordar que la Abogacía depende directamente del Ejecutivo socialista, Sabrià lamentó que cada vez que demandan un guiño, “la respuesta siempre es la misma: cero”. “Cuando les pedimos gestos de distensión no los hacen, por lo tanto nos ponen las cosas difíciles”, recriminó el republicano. De hecho, la situación se complica porque “hay más represión” y “los presos siguen en la cárcel”.

Desde ERC entienden que es previsible que el debate de la investidura tenga lugar en la segunda semana de julio, por lo que “quedan muchos días”, pero avisan de que desde el Gobierno español ya “han tenido muchas oportunidades para demostrar si quieren diálogo”. Por su parte, los republicanos garantizan su disposición a hablar “sin líneas rojas”, pero emplazan a Sánchez directamente a “mostrarse como un estadista”. En este contexto, Sabrià criticó que el TS haya negado la posibilidad de que Junqueras pueda acudir ante la Junta Electoral Central para acreditarse como eurodiputado. “¿Qué explicación tiene ahora que no le dejen ir al Congreso?”, interpeló. “Solo el miedo a Junqueras, Comín y Puigdemont” y “que entiendan que se les puede aplicar algún tipo de inmunidad que complicara la vuelta a prisión de Junqueras”. Eso sí, ante la petición de acreditación de Junqueras, la Abogacía se posicionó a favor en un escrito remitido a la Sala Penal. - I. Santamaría