madrid - Una bandera española y el retrato del rey Felipe VI presidieron la sala donde Jordi Sànchez pudo entrar en campaña desde la prisión de Soto del Real. El cabeza de lista de Junts per Catalunya (JxCat) y exlíder de la ANC compareció por vez primera públicamente y por videoconferencia desde la cárcel en la que está con carácter provisional, a la espera de la sentencia del juicio por el 1-O, para señalar que la intención de la formación que ahora está en manos de Carles Puigdemont quiere ser fuerte en Madrid para influir en la previsible investidura de Pedro Sánchez. Eso sí, con la opción del referéndum pactado como salida a la cuestión territorial catalana.

Sànchez quiso encontrar un camino de encuentro con los socialistas al asegurar que está seguro de que finalmente “la responsabilidad y el sentido práctico para gobernar le harán cambiar de postura” pese a que Pedro Sánchez rechazara un acuerdo con los independentistas. “Estamos convencidos de que el PSOE necesita un socio estable, no puede seguir formando parte del grupo del bloqueo”, valoró, para concluir que “el referéndum acabará formando parte de la solución y el PSOE aceptará el reto”. “Sin líneas rojas pero sí con convicciones”, no lo coloca como condición impepinable, sino que reclamó que se baraje dentro de las posibles alternativas dentro de una mesa de negociación: “No impondremos la solución antes del diálogo, pero estamos en el siglo XXI, por lo que el referéndum debe estar encima de la mesa”, argumentó.

“Si alguien quiere recibir el apoyo de JxCat debe asumir que el referéndum forma parte de la solución. Ya tendremos tiempo para hablar de la concreción, la pregunta y las fechas”, enfatizó el líder de la plancha posconvergente. En este contexto recordó aquellas palabras del líder socialista en el Congreso en las que precisaba que la solución pasaba por las urnas -aunque para hablar de autogobierno-. El temor que propugnó Sànchez es el que tienen todos los soberanistas o desde las filas de Podemos, que el PSOE acabe aliándose con Ciudadanos. “El riesgo principal para Catalunya es que el 155 se cuele con un acuerdo PSOE-C’s, ya que está claro que PP, C’s y Vox no obtendrán una mayoría estable”, como dicen las encuestas. No quiso entrar en reproches con el partido de Oriol Junqueras por descartar la candidatura unitaria. “No me siento traicionado por ERC, compartimos muchas cosas y no podemos mirar atrás. Toca mirar al futuro y desde aquí tiendo la mano a ERC y los comunes para que tengamos capacidad de sentarnos en la mesa, ser un bloque y encontrar una solución”. Sànchez ahondó en que el 1-O es “la voluntad de expresarnos, pero el Estado lo ha hecho inviable, ya sabemos lo que vino después: represión, cárcel y exilio”.

La escenografía llamó la atención de los dirigentes soberanistas, caso de Quim Torra, pero fuentes de instituciones penitenciarias afirmaron que la sala habilitada es la misma que se usa para diligencias judiciales. “No se ha quitado ni puesto nada. No tenemos otra”. Con todo, el vicepresidente primero del Parlament Josep Costa denunció esa escena al compararla con la del preso kurdo Selahattin Demirta? en una cárcel de Turquía.