madrid - Tras volver a serle denegada su puesta en libertad por la Audiencia Nacional, el comisario retirado José Manuel Villarejo amenaza con seguir revelando informaciones que desestabilicen a las instituciones del Estado. En esta ocasión, Villarejo lo hizo directamente, mediante una carta dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le advierte de que no tendrá “más remedio” que publicar de forma inminente “la verdad” sobre maniobras del CNI contra la Fiscalía Anticorrupción, así como sobre “amenazas” a jueces de la Audiencia.

Según publica Europa Press, el excomisario -que se encuentra en prisión provisional acusado de organización criminal, extorsión, blanqueo y cohecho- afirma en su documento que para defenderse de los delitos que pesan sobre él no dudará en “explicar por qué se ha permitido que se amenace” a determinados magistrados “con datos de su intimidad” para evitar que sigan investigando temas que afectan al CNI. Villarejo también dice disponer de información sobre “por qué se ha permitido” a Félix Sanz Roldán, director del órgano de inteligencia, “que trabaje en contra de los intereses nacionales y a favor de potencias extranjeras como Venezuela”.

José Manuel Villarejo apunta asimismo a otros asuntos en los que el CNI estaría implicado, como la filtración de datos contra la monarquía, la influencia de Sanz Roldán sobre la Fiscalía Anticorrupción, o operaciones respecto al independentismo catalán. “Por qué se ha protegido a magnates mediáticos independentistas o por qué se ha permitido que en Catalunya en CNI dejara de informar sobre cuestiones trascendentes como los movimientos bancarios en el extranjero de determinados políticos separatistas”, enumera el comisario jubilado en su misiva al presidente del Gobierno.

El excomisario ya ha puesto en jaque al Estado con filtraciones como las que incumbían a la ministra Dolores Delgado y al juez Baltasar Garzón; a María Dolores de Cospedal -que se vio obligada a renunciar a su cargos-; y a la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, que desvelaba supuestas actividades ilegales del rey Juan Carlos. Sobre este último asunto se pronuncia en la misiva José Manuel Villarejo, que asegura que se le encomendó la misión de recuperar “todos los documentos en poder de la princesa Corinna” en relación al monarca emérito. Villarejo explica que, al no ser capaz de cumplir la tarea encomendada, Sanz Roldán inició contra él una “persecución radical”.

Dice el excomisario que la “obsesión enfermiza” del director del CNI contra su persona perjudica a los poderes del Estado: “No puedo hacerme responsable del riesgo que se está ocasionando y se va a ocasionar a la estabilidad de las más altas instituciones de España con la construcción de una suerte de causa general contra mi persona basada en interpretaciones mendaces y fragmentarias de piezas aisladas de información”. En ese sentido, Villarejo reitera que publicará todas las informaciones que sea necesarias para probar su inocencia y apunta a que su encarcelamiento es una estrategia para silenciarle. “Quizá permanezco encarcelado para que no pueda contar la realidad de los hechos tan graves que conozco”.

“no aceptamos amenazas” En el seno del Gobierno español, fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, la que se pronunció sobre las palabras de Villarejo y le advirtió de que “nadie del Estado de Derecho va a aceptar amenazas de nadie”. De esta forma, Robles manifestó que ni su Gobierno, ni el poder judicial, ni ninguna institución estatal cederán a un chantaje. “El Estado no acepta amenazas, que le quede muy claro a Villarejo; y si algo tiene que decir, que lo diga ante los tribunales. Le pido al poder judicial que llegue hasta el final en investigar las actuaciones en las que pudiera estar implicado”, reclamó.