bilbao - El eurodiputado del PP, Carlos Iturgaiz, aseguró ayer que debe estudiarse la puesta en libertad de los presos de ETA con enfermedades graves. En una entrevista en el programa Egun On Euskadi de ETB1, el expresidente de los populares vascos se refirió a la situación de Eduardo Zaplana y defendió no hacer distinciones entre los reclusos graves. “Si hay presos que están en la misma situación que Zaplana, sin duda tienen que estar libres por motivos humanitarios”. Acto seguido, al ser cuestionado por si los reclusos enfermos de ETA también deben ser incluidos entre los que pueden ser excarcelados, Iturgaiz secundó dicho planteamiento: “Todos los presos, la salud es para todos”.

Es la primera vez que un dirigente del PP se muestra partidario de estudiar las excarcelaciones de reclusos de la banda en caso de que sufran enfermedades graves o terminales. Sin embargo, Carlos Iturgaiz aseguró que su formación no ha hecho reflexión alguna al respecto: “Nosotros siempre hemos dicho lo mismo, los jueces y los médicos son los que tienen que decir qué se hace en estos casos”. En esa misma línea, se refirió al caso del exministro Eduardo Zaplana, cuya excarcelación ha sido rechazada en diversas ocasiones por la jueza que instruye su caso. “En el caso de Zaplana, está en un momento muy crítico. Y no es porque lo diga yo o porque lo diga el PP, sino porque lo dicen los médicos, dicen que es perjudicial que vuelva a prisión, tiene que estar o en casa o en el hospital”. Y, al igual que en su opinión Zaplana debe ser puesto en libertad, el expresidente del PP de la CAV se mostró partidario de que se haga lo mismo en el caso de los reclusos de ETA.

Las declaraciones de Iturgaiz se producen después de que en plenas navidades el Ministerio de Interior anunciara cambios en el protocolo para la excarcelación de reclusos en estado grave de salud. El nuevo protocolo tiene como objetivo ampliar los criterios que se valoran a la hora de estudiar la puesta en libertad por motivos humanitarios, que hasta ahora se reducía a los casos terminales en los que la esperanza de vida del interno fuera de dos meses o menos. La intención del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska es valorar también otros criterios como la calidad de vida de los enfermos en el régimen penitenciario. Las instituciones vascas y colectivos como Sare ya han celebrado la medida, y esperan que se aplique a todos los reclusos.