Pamplona - A falta de poco más de cinco meses para las elecciones forales del 26 de mayo, Navarra presenta un mapa político que no difiere sustancialmente del que propició el histórico vuelco de 2015 por apenas un puñado de votos. El equilibrio de fuerzas entre el bloque del cuatripartito y la oposición se mantiene en una corta distancia y todo apunta a que este escenario de incertidumbre continuará hasta el mismo día de las votaciones.

Como era previsible, la crisis interna de Podemos-Ahal Dugu es la principal amenaza para la continuidad del cambio y así se recoge en el sondeo que ha elaborado la UPNA por encargo del Parlamento de Navarra. La abrupta caída de la formación morada, a la que la encuesta le vaticina una pérdida de cuatro escaños, deja al cuatripartito con 23 representantes. A tres de su actual mayoría absoluta y a dos de un empate con la oposición. No obstante, son números que pueden variar. El Navarrómetro detecta una clara tendencia al alza de Geroa Bai, que mejora en uno su representación, y de Izquierda-Ezkerra, que roza el tercer asiento en la Cámara.

En las filas de la oposición, UPN resiste a duras penas en su suelo electoral de 15 escaños, mientras que el PPN desaparece del Parlamento al no llegar al 3%. En su lugar entra con fuerza Ciudadanos, que irrumpe con tres escaños. Pese a su confesado antiforalismo, el partido de Albert Rivera irrumpe con fuerza en el Parlamento. Si en 2015 tan solo una décima le separó de atravesar el umbral del Parlamento, ahora todo indica que lo hará con holgura ya que logrará el 5,4% de las papeletas.

Una de las sorpresas es el PSN, que amplía su espacio hasta los nueve parlamentarios y tendría la llave para decantar el próximo gobierno. Podría pactarlo con la derecha, como ha hecho históricamente. Junto con UPN y Ciudadanod, alcanzarían una mayoría suficiente de 27 escaños. También podría intentar una alianza con Geroa Bai, Podemos e I-E, pese a que solo sumaría 24.

Elevada abstención El barómetro detecta un bajísimo porcentaje de participación. Sólo el 58,39% de los entrevistados avanza que irá a votar con total seguridad. Es un 10% menos que hace un año, cuando el 68,3% declaró que se acercaría a las urnas. Esta elevada abstención, que jamás ha habido en unas elecciones forales y es improbable que se cumpla, sin duda está relacionada con la crisis de Podemos, que dejará a algunos de sus votantes en casa.

El sondeo de la UPNA, dirigido por Vidal Díaz de Rada y Ernesto Pérez Esáin se realizó la primera semana de octubre. Casi dos meses antes que el que Gizaker elaboró para EiTB publicado este jueves, que auguraba 29 escaños al cuatripartido y solo 21 a la oposición. Si en algo coinciden los dos es en el batacazo del PPN. - Javier Encinas