pamplona - El histórico cambio político que propiciaron las urnas en Navarra en 2015 se vería ampliamente reforzado si mañana se celebrasen las elecciones forales. Es lo que perfila una encuesta de Gizaker para EiTB Focus publicada ayer. La primera lectura es clara: el bloque de las fuerzas del cambio, compuesto por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai e I-E, amplía su mayoría de 26 escaños hasta los 29; mientras que la oposición, reconfigurada por el cambiazo de Ciudadanos por PP -los antiforalistas entran con tres escaños y dejan sin representación a los populares-, baja hasta los 21.
Si el análisis se ciñe a cada uno de los bloques, Geroa Bai, el partido de la presidenta Barkos, capitaliza los logros del cambio y experimenta una subida de cuatro escaños, lo que le lleva a empatar con UPN, que repite como lista más votada a pesar de su bajada. EH Bildu mantiene ocho escaños. La crisis interna que experimentó Podemos a lo largo de este año queda bastante amortiguada por el crecimiento de I-E, que con dos escaños más vuelve a su sitio natural y deja en un único escaño la pérdida de las dos formaciones de izquierdas, claves en el cambio.
En la oposición, UPN no consigue revertir su declive. Además, por esa parte del electorado entra con grupo propio Ciudadanos, que absorbe todo el voto del PP y deja fuera a los populares. El PSN pierde dos escaños y volvería a perder influencia en el tablero político navarro.
La Alcaldía de Pamplona queda en el aire al perder las fuerzas que sustentaron el cambio político en 2015 la mayoría, aunque EH Bildu se beneficia de haber tenido la vara de mando con dos ediles más. Aranzadi logra un único edil, como I-E. UPN pierde un concejal; el PSN mantiene sus tres ediles; y Ciudadanos entra con dos.- A. Irisarri