barcelona - El president de la Generalitat, Quim Torra, concedió ayer cuatro días de plazo al conseller de Interior, Miquel Buch, para que haga cambios en la cúpula del departamento. Un ultimátum en toda regla después de las cargas que los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo el pasado jueves contra los manifestantes que intentaron boicotear dos actos de Vox en Girona y Terrassa (Barcelona), actuación que fue duramente criticada por ERC y la CUP y que el propio jefe del Govern censuró. Torra, de viaje oficial en Eslovenia, advirtió de que si no le convencen las explicaciones del conseller, él mismo tomará medidas.
Torra aseguró que “los catalanes no nos sentimos a gusto” con las imágenes de las cargas policiales contra grupos de manifestantes que protestaban por las concentraciones de Vox con motivo del 40 aniversario de la Constitución. Desde la premisa de que los Mossos “tienen que garantizar el orden público”, el president admitió que puede haber habido “mala praxis” y aseveró que, por tanto, “si hay que hacer cambios, se harán”. Dichos cambios se llevarán probablemente al Consell Executiu del martes. Por este motivo, Torra habló el mismo jueves por teléfono con Buch y se prevé que ambos se reúnan mañana, cuando regrese a Barcelona.
El propio conseller de Interior afirmó en TV3 que, “a simple vista”, las imágenes de la actuación policial apuntan a que algún agente pudo extralimitarse. Agregó que los antidisturbios cargaron contra los manifestantes para evitar un “enfrentamiento violento entre grupos antagónicos” y lamentó que haya “grupos minoritarios radicales que lo único que quieren es ejercer la violencia”, con lo que estarán dando la razón a quienes dicen que “en Catalunya hay violencia”. “Espero que a lo largo de la semana que viene se puedan expresar cuáles son los cambios en los protocolos de actuación”, insistió por su parte Torra.
Esta controversia estuvo aderezada por las críticas de ERC, que forma parte del Govern y que advirtió de que está molesta con las actuaciones “desproporcionadas” de los Mossos, por lo que ya ha pedido una reunión con Buch. A esta denuncia se sumó la CUP, una de cuyas diputadas, Maria Sirvent, fue herida en Terrassa “cuando estaba asistiendo a una menor que había recibido un golpe en la cabeza”. Así lo afirmó el también diputado Carles Riera, que exigió la destitución de Buch. Censuró además que el modelo de seguridad de la Generalitat “protege manifestaciones nazis y ataca sistemáticamente a grupos antifascistas que les hacen frente.
El presidente del PP, Pablo Casado, pidió ayer al Gobierno español que “ponga orden” en Catalunya frente a la “kale borroka independentista” y aplique el artículo 155 para tomar el control ya que, a su juicio, el Govern ha perdido el mando de la situación a raíz de los disturbios registrados el pasado jueves en Terrassa y Girona.
En declaraciones en un acto en Teruel el líder de los populares rechazó entrar a valorar la idoneidad y proporcionalidad de las cargas de los Mossos d’Esquadra y centró el debate en “si se está garantizando que se cumpla ley y la convivencia en las calles”, algo que no se está haciendo, por lo que el Gobierno tiene la responsabilidad de tomar cartas en el asunto para que “se cumpla la ley”.
También Ciudadanos cargó contra el president catalán por su intención de purgar a los Mossos. Inés Arrimadas alertó de que es “inadmisible” que Torra, “criminalice e impida” a la Policía catalana realizar su trabajo. “Después de las tremendas imágenes de ayer de los violentos CDR a los que anima a apretar, a Torra solo se le ocurre criminalizar e impedir a los Mossos que realicen su trabajo en condiciones”, afirmó.
En libertad El titular del juzgado de guardia de Terrassa dejó ayer en libertad provisional a los dos manifestantes que los Mossos detuvieron por los disturbios del jueves en esa localidad, acusados de sendos delitos de desórdenes públicos. Los detenidos, miembros de los Comités de Defensa de la República, están acusados de participar en los incidentes en los que se quemaron contenedores y se rompió mobiliario urbano, y que dejaron una veintena de heridos. Los Mossos también cargaron contra un grupo de manifestantes que intentaba impedir un acto de Vox en Girona, tras lo que resultaron asimismo heridas una veintena de personas, entre ellas 15 mossos, y un joven fue detenido. - DNA