gasteiz - Prudente, en la medida en que la llegada de Vox a las instituciones aún no afecta a Euskadi, pero sin “ocultar la inquietud” que genera en el Ejecutivo el ascenso de la extrema derecha en las urnas, ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, hizo un llamamiento a la estabilidad en España.
El discurso de Vox proclama la derogación del Estado de las Autonomías, un mensaje que han hecho suyo casi 400.000 andaluces en un momento en el que los gobiernos vasco y español empiezan a desbrozar, cuarenta años después, el camino hacia la ejecución real del Estatuto de Gernika. Por un lado, Erkoreka remarcaba el “preocupante” hecho de que el discurso “antiautonómico” que lidera Vox pueda poner en marcha “una dinámica que pueda inspirar el comportamiento del electorado español en el futuro”. Por otro, ponía de manifiesto las peculiaridades del caso andaluz, que pueden explicar también el ascenso de Vox y no tienen por qué reproducirse en otras zonas.
En ese contexto, el portavoz del gabinete Urkullu insistía en apostar por “la estabilidad política institucional”, ahora que la frágil y dividida mayoría que eligió a Pedro Sánchez como presidente asiste con perplejidad a lo sucedido en Andalucía. El PNV ha sido uno de los más activos defensores del mantenimiento de esa mayoría, entre otras cosas porque acaba de iniciar un diálogo con Sánchez para completar el Estatuto.
Todo lo construido podría venirse abajo si el Congreso no es capaz de mantener la confianza en un presidente cuya mayor preocupación ahora mismo es qué fecha poner a las elecciones. En todo caso, “esa decisión le corresponde al presidente y nosotros no podemos condicionar nuestra actuación a una persona que es ajena al Gobierno vasco”, argumentaba Erkoreka. No obstante, no ocultó que prefiere la estabilidad, más aún cuando se están negociando las transferencias. Apostó por mantener la relación con el Gobierno español.
Por otro lado, el Ejecutivo autonómico rechaza valorar qué deben hacer los partidos ante la llegada de Vox tras los llamamientos al establecimiento de un cordón sanitario. “La pelota está en el tejado de PP y Ciudadanos”, subrayó Erkoreka, en referencia a la decisión que han de tomar estas formaciones si quieren conformar un gobierno en Andalucía alternativo al del PSOE, y que pasa necesariamente por pactar con la formación de Santiago Abascal. Lo que ocurra “va a ser interesante y aleccionador”, reflexionó el portavoz, quien recordó en ese sentido que hasta la fecha, después de varios años de implantación institucional de la extrema derecha en Europa, el fenómeno no había llegado al Estado español. “Pesan muchos factores”, prosiguió, “la inmigración, la crítica a las formaciones tradicionales o el dolor por España”. Sin embargo, “el dilema” sobre incorporar a estos partidos o excluirlos corresponde dirimirlo a los partidos andaluces y en el Gobierno Vasco “no habrá un criterio” mientras “no concierna a Euskadi”.