madrid - El Gobierno español cree que ha conseguido darle la vuelta a la polémica sobre la tesis doctoral de Pedro Sánchez y se ha sacudido buena parte de la presión haciendo público su trabajo. Con ese ejercicio de transparencia, el presidente trató de escenificar que no tiene nada que esconder, y trató de zanjar las especulaciones sobre el secretismo en torno a su tesis, casi inaccesible, que sirvió para que Abc asegurase que plagió buena parte de su contenido. El Gobierno español facilitó la tesis sobre la diplomacia exterior en versión digitalizada para el escrutinio de todos, y presumió de que ha superado dos controles antiplagio de uso habitual en el ámbito universitario. A continuación comenzó el contraataque para exigir a PP y Ciudadanos que “pidan perdón”, y para denunciar una cacería política contra su gobierno, aunque fue por boca a Celaá, y Sánchez mantuvo un perfil bajo. La presión vuelve a situarse sobre el popular Pablo Casado, que está pendiente de que el Tribunal Supremo decida si lo investiga o no. El líder del PP enseñó su trabajo de fin de máster a la prensa hace unos meses, pero solo la portada. Sánchez espera que amaine la tormenta tras haber vivido el momento más delicado de su corto mandato, con la dimisión de la ministra Montón y con su propia figura en el alambre, lo que suponía una amenaza clara para la continuidad de su legislatura porque es el presidente. El Gobierno español comenzó la mañana de ayer anunciando que la tesis de Sánchez ha superado los controles anticopia de dos portales (Turnitin y Plagscan), que según dijo son muy reconocidos a nivel estatal e internacional. El análisis de Turnitin arrojó un nivel de coincidencias del 13%, mientras que PlagScan solo detectó un 0,96%. Moncloa justificó estos datos en las citas bibliográficas sobre otros autores que son habituales en los trabajos de investigación. “Existe un amplio consenso en el ámbito académico en considerar que se trata de porcentajes normales, de acuerdo a la normativa y los protocolos de verificación”, defendió. Poco después, el Gobierno español hizo pública la propia tesis a través de internet, en el portal Teseo, del Ministerio de Cultura. El debate sobre la tesis de Sánchez dejó de ser ayer una cuestión de legalidad, y el foco se desplazó a la mediocridad o brillantez de su trabajo.
También ayer, la Universidad Camilo José Cela aseguró que los miembros del tribunal que examinaron la tesis de Sánchez cumplen con los requisitos, según dijo en una entrevista concedida a Europa Press el director de la Escuela Internacional de Doctorado del citado centro, Francisco López. Todos eran doctores y habían realizado publicaciones, de manera que tenían experiencia.
La portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, aseguró al término del Consejo de Ministros que el presidente se siente fuerte, y que está convencido de que esta polémica buscaba “montar ruido y abatir” a su ejecutivo. Según dijo, PP y C’s han actuado al unísono para tratar de desgastar a Sánchez, y ahora son ellos quienes deben pedir perdón. Además, descartó que el presidente comparezca en el Congreso.