Ciudadanos (C’s) no se salió del guion y decidió poner punto y final al pacto de legislatura que desde hace tres años mantenía con el PSOE en el Gobierno de Andalucía. La decisión del partido de Albert Rivera aboca a la presidenta andaluza, Susana Díaz, a un adelanto a otoño de las elecciones autonómicas previstas para primavera del próximo año.
El Comité Ejecutivo Nacional de Ciudadanos aprobó ayer por unanimidad la propuesta realizada por el líder andaluz de la formación, Juan Marín, de modo que da por roto el pacto de investidura que la formación suscribió en Andalucía con el PSO tras las elecciones autonómicas de marzo de 2015. El acuerdo permitió que Susana Díaz fuera investida como presidenta de la Junta por el Pleno del Parlamento.
Los argumentos para la ruptura eran conocidos. La formación naranja acusa a la presidenta andaluza de reiterados “incumplimientos” en los acuerdos suscritos en materia de regeneración democrática por la corrupción y la reforma de la ley electoral.
El partido de Rivera admite que en materia económica la sociedad con los socialistas ha deparado pasos importantes, como por ejemplo la supresión del Impuesto de Sucesiones en Andalucía, la tarifa plana de los autónomos, y las ayudas al mundo de la agricultura y el campo, pero a pocos meses vista de las elecciones no son un saldo que les satisfaga. El PSOE ve intereses electorales en la ruptura de Ciudadanos.
En su explicación de la ruptura ante los medios de comunicación Ciudadanos dio la vuelta al argumento y responsabilizó a los socialistas del fin de la alianza. “El PSOE andaluz ha roto el acuerdo de investidura y sin dar ni una sola explicación”, afirmó Marín en rueda de prensa en Málaga, junto al secretario general del partido, José Manuel Villegas, tras la reunión de la Ejecutiva nacional.
El dirigente andaluz criticó los “incumplimientos y la falta de voluntad” de los socialistas andaluces para dar cumplimiento a las medidas de regeneración democrática que contempla el referido acuerdo, como la supresión de los aforamientos, la limitación de mandatos, la supresión de las puertas giratorias, la reducción del número de cargos de libre designación o la reforma de la ley electoral andaluza.
Asimismo avisó de que Susana Díaz y el PSOE “han agotado la paciencia de los andaluces y de Ciudadanos”, toda vez que criticó que cuando se trata de hablar de regeneración democrática el Partido Socialista andaluz “da un portazo, huye del debate”.
Marín señaló que la única explicación que encuentran a este comportamiento de los socialistas es que “Susana Díaz a lo único que le tiene miedo es al calendario judicial, a la sentencia de los ERE”, en relación a la causa judicial que ha sentado en el banquillo de los acusados a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como a veinte ex altos cargos de la Junta de Andalucía implicados en una supuesta red clientelar con la que se ayudó el PSOE para ganar los gobiernos de Andalucía.
Ciudadanos ha asegurado por activa y por pasiva que cualquier condena a un miembro del PSOE andaluz o de la Junta daría por finiquitado su papel como socios.
La ruptura del pacto haría inviable la aprobación de los presupuestos de la Junta para 2019, abocando a la presidenta Susana Díaz a adelantar las elecciones para formar un nuevo gobierno.
escepticismo Desde la oposición PP, Podemos e IU asisten con escepticismo al divorcio entre PSOE y Ciudadanos. “Esto es un teatro. Ambos tienen pactado romper amigablemente para justificar un adelanto electoral”, dice el presidente popular, Juan Manuel Moreno. “El pacto no se ha roto. Lo que pasa es que ahora el pacto es adelantar elecciones, porque le viene bien a los dos. Le viene bien a Susana Díaz porque, ironías del destino, el efecto Sánchez le beneficia”, apunta la coordinadora de Podemos, Teresa Rodríguez. - DNA