bilbao - Las víctimas de los atentados yihadistas en Catalunya no están dispuestas a convertirse en un juguete roto que los políticos puedan utilizar para desgastar al rival, como sucedió durante décadas con el PP y determinados colectivos de damnificados por ETA. Catalunya recordará hoy a las víctimas de los ataques yihadistas perpetrados el año pasado en el paseo de La Rambla de Barcelona y en Cambrils, los atentados más dramáticos y sangrientos que había padecido el territorio desde la explosión de un coche bomba de ETA en Hipercor. La jornada de hoy será de luto y homenaje a las 16 víctimas mortales, los heridos y sus familiares, aunque desde el primer momento ha sobrevolado el riesgo de que la controversia política eclipse el protagonismo de los damnificados. Las víctimas salieron ayer a la palestra para exigir respeto, una tregua por un día, y que no se utilice su dolor para hacer política.

El riesgo de politización se va desvaneciendo y los soberanistas no tienen intención de cometer el error de ensombrecer el homenaje. Uno de los flancos de riesgo es la visita del rey español, Felipe VI, que está siendo utilizada por el PP para poner la lupa sobre la reacción que pueda tener el soberanismo a su presencia y sobre la firmeza con la que el presidente Sánchez garantice que no va a ser “ultrajado” con abucheos; y también por los Comités de Defensa de la República, que van a manifestarse en su contra, aunque no se prevé que pase a mayores. Tras amagar con un plante, el Govern prefiere evitar la fotografía del enfrentamiento y el boicot para no desairar a las víctimas en un día que está pensado para que ellas sean el centro y no exista ninguna politización. La presencia del president Torra en los actos oficiales con el rey no será óbice para que vaya a participar en otro evento, por la tarde, en la cárcel de Lledoners, aunque ni el exconseller Forn ni el exmajor Trapero tienen intención de que se glorifique su papel en el 17-A.

Por otro lado, se han recrudecido los cruces de reproches entre sectores de Madrid y Catalunya sobre el papel de sus respectivos cuerpos policiales. En el momento de los atentados, la actuación de los Mossos d’Esquadra fue muy loada porque desactivaron en cuestión de días el núcleo de la célula, aunque algunos sectores de Madrid cuestionaron que no supieran ver que se estaba preparando un atentado en la explosión de Alcanar del día anterior. También acusaron a los Mossos de no colaborar con las fuerzas de seguridad españolas. Desde Catalunya, por el contrario, se ha insinuado que el presunto cerebro, el imán de Ripoll que murió en Alcanar, tenía interlocución con el CNI. Los exconsellers presos han publicado una carta donde se resucita esta polémica. Desde ámbitos próximos a Ciudadanos, por su parte, se está tratando de arrojar nuevamente la sombra de la sospecha sobre la actuación de los Mossos. El exministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, evitó ayer pisar ese charco y elogió la colaboración entre los distintos cuerpos, aunque dejó caer que hay “lagunas”.

En este contexto, en una rueda de prensa en Barcelona, comparecieron varios afectados y familiares encabezados por el coordinador de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por el Terrorismo, Roberto Manrique, un colectivo que ha atendido a casi dos centenares de personas desde los atentados yihadistas. “Pedimos a la clase política, en nombre de las víctimas, que mañana hagan una tregua, que no utilicen el dolor ajeno para hacer política”, dijo. Manrique, en una comparecencia donde las víctimas fueron muy críticas por el olvido institucional, leyó también una carta escrita por el padre del niño de Rubí que murió en los ataques yihadistas, donde reclama que la jornada “sea un día para las víctimas y sus familias”. “Que puedan ir a las Ramblas a recordar sus pérdidas y depositar flores y lo que necesiten en su honor, sin políticos, sin periodistas, sin cotillas. Como mucho, con los cuerpos de seguridad y equipos de emergencias. Debe ser un acto de respeto y consideración”, zanja.

El homenaje arrancará hoy a las 10.00 horas con una ofrenda floral ante el mosaico de Joan Miró en La Rambla. Después tendrá lugar un acto sobrio y sin discursos en la plaza Catalunya, de manera que los eventos seguirán el trazado de la furgoneta que sembró el terror atropellando a los peatones. A esa ceremonia acudirán el president, Quim Torra; el presidente español, Pedro Sánchez; el rey Felipe VI, y la alcaldesa Ada Colau, entre otros. Por lo tanto, está previsto que coincidan el president y el rey porque el acto lo ha organizado el Ayuntamiento de Barcelona gobernado por Ada Colau y no ha planteado ningún veto.

visita del rey Esa fotografía se va a producir después de que Torra amagara con boicotear a Felipe VI por su discurso tras las cargas policiales contra el referéndum de independencia del 1 de octubre. En principio, los soberanistas van a llevar la procesión por dentro y no escenificarán su rechazo con ninguna protesta o plante, aunque nada garantiza que no vayan a surgir otras dinámicas desde la calle. Ni la CUP ni Òmnium ni ANC enviarán representación a ese acto para hacer el vacío al rey. Los CDR, por su parte, van a celebrar una manifestación que podría entrecruzarse en algún momento con este acto.

Torra, que ofrecerá antes un discurso oficial en el Palau, va a coincidir con el rey Felipe VI. En sentido estricto, no es la primera vez que lo hace desde que amagó con el plantón, porque ya coincidió con el monarca en los Juegos del Mediterráneo. En ese caso, evitó recibirlo a la entrada, pero después compartieron palco. En pleno deshielo con el Gobierno español de Pedro Sánchez, Torra evita tensar la cuerda al máximo. También hoy evitará la ruptura. Acudirá al acto, y a la tarde participará en el homenaje del soberanismo a las víctimas delante de la prisión de Lledoners, donde están presos varios exconsellers y los Jordis. El exconseller de Interior Joaquim Forn y quien fuera major de los Mossos durante los atentados, Josep Lluís Trapero, no obstante, han pedido que no se utilice su imagen.

Zoido evitó ayer valorar las informaciones publicadas por El Mundo que ponen en solfa la actuación de los Mossos y su cooperación con España. “Reconozco que, cuando se analiza con posterioridad, uno puede encontrar alguna laguna, pero he visto absoluta colaboración y existió en aquella época”, dijo a Antena 3. Más incendiario fue el actual presidente del PP, Pablo Casado, que exigió a Sánchez que no tolere ningún “ultraje” al rey. C’s, por su parte, ha registrado en el Parlament varias peticiones de comparecencia para que el conseller Buch y tres mandos de los Mossos expliquen un supuesto viaje de los policías catalanes a Estados Unidos para reunirse con la CIA, que presuntamente tenía un aviso sobre el atentado.