madrid - Ante el inminente acercamiento de presos de ETA que proyecta el Ejecutivo de Pedro Sánchez, en el PP se cierran en banda y amagan con tomar las calles en caso de que el traslado se consume. Así lo expresó el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, que aseguró ayer que su partido se movilizará junto a las víctimas del terrorismo si Sánchez “paga favores al independentismo vasco”.
De esta manera, los populares muestran su preocupación y su rechazo a cualquier cambio en política penitenciaria, en especial a un acercamiento de reclusos que se prevé comience en pocas semanas -el delegado del Gobierno en la CAV, Jesús Loza, ha afirmado recientemente que algunos presos podrían ser trasladados este mismo verano-. Maroto, nuevo hombre fuerte del PP tras la victoria de Pablo Casado, trasladó a los socialistas que los colectivos de víctimas “están dispuestos a salir a la calle para exigir dignidad, justicia y memoria”. “Y si las víctimas del terrorismo deciden salir a la calle, encontrarán en el PP un compañero porque la memoria de las víctimas del terrorismo no puede ser utilizada por un presidente del Gobierno para pagar favores a un partido que le ha prestado cinco votos para una investidura en una moción de censura”, advirtió el vicesecretario de Organización en referencia al apoyo prestado por el PNV a Sánchez.
Así, el PP se muestra inflexible ante “beneficios” a reclusos de ETA que “no han pedido perdón y no se arrepienten de lo que han hecho”, a pesar de que el acercamiento que baraja el Gobierno español en ningún caso será colectivo. Pedro Sánchez ya ha dejado caer que estudiarán cada caso individualmente, priorizando a los mayores de 70 años y a los que tengan enfermedades terminales. Un modelo similar al adoptado por el Gobierno de Emmanuel Macron, que en los últimos meses ya ha traslado a prisiones cercanas a Iparralde a presos que ya han cumplido la mayor parte de su condena y que no tienen causas pendientes. A día de hoy, ya son una quincena los reclusos acercados en Francia a las cárceles de Mont de Marsan y Lannemezan.
De cualquier forma, los populares creen que el Ejecutivo socialista está siendo “muy desleal” a las víctimas del terrorismo y al conjunto del Estado, y critican que “no se trata de acercar o no a presos”, sino de conceder o no “beneficios” a miembros de ETA que no han mostrado arrepentimiento. “No se trata de a cuánta distancia están. El debate que ha introducido el PSOE en el conjunto de España, impulsado por los socialistas vascos, es conceder o no beneficios a presos que no se han arrepentido y no han renunciado a los actos que han cometido. Vamos a llamar a las cosas por su nombre”, enfatizó ayer Maroto, que aseguró que mantendrán una “posición muy firme” en este aspecto.
El responsable de Organización del PP también criticó con dureza a los socialistas vascos por su respaldo al acercamiento, y recordó que Idoia Mendia no descartó gobernar junto a EH Bildu y Podemos en las pasadas elecciones autonómicas. “Si alguien que representa al PSOE se olvida tanto de los militantes de ese partido en Euskadi, el PSE tiene un problema. Y si ese es el socio de Gobierno que tiene Urkullu, tenemos un problema en el País Vasco y en el conjunto de España”, manifestó el exalcalde de Vitoria.
ETXERAt El portavoz de la Asociación de Familiares de Presos de ETA Etxerat, Urtzi Errazkin, valoró ayer “las palabras” del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, respecto a un futuro traslado de los reclusos a cárceles cercanas a sus lugares de origen, pero advirtió de que aún no se ha dado “ningún paso”. En declaraciones a la Cadena Ser, reconoció que nadie se ha puesto “en contacto” con la asociación para “informarnos de lo que van a hacer con nuestros familiares y, al fin y al cabo, con nuestras vidas”.
Tras valorar “las palabras” de Sánchez, advirtió de “la urgencia” que existe porque “todavía no se ha dado ningún paso con respecto a la dispersión y los presos enfermos”. En este sentido agregó que “hoy mismo hay más de 500 personas en las carreteras, 500 víctimas potenciales”, indicó en referencia a las visitas que familiares y amigos realizan a cárceles de todo el Estado.