barcelona - El Ejecutivo español considera como su interlocutor a Quim Torra y no a Carles Puigdemont. Así se pronunció ayer la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, partidaria del diálogo “de gobierno a gobierno” entre los ejecutivos español y catalán sin el expresident como vía de enlace, y confía en que la reunión de la comisión bilateral sirva para alcanzar acuerdos. Cunillera se citó con el presidente del Parlament, Roger Torrent, para constatar que “hay voluntad de diálogo pese a los evidentes desacuerdos” ante cuestiones como la autodeterminación y los presos independentistas.

Sobre la apelación al diálogo realizada por Puigdemont y la posibilidad de que él pudiera estar presente en las negociaciones entre el Estado y los representantes de las instituciones catalanas, Cunillera negó tal extremo. “El Parlament ha elegido a un presidente, y aunque como ustedes pueden comprender que me gustaría que fuese Miquel Iceta, resulta que la Cámara decidió que fuese Quim Torra, con lo cual el presidente de la Generalitat es Quim Torra, es mi presidente, y yo quiero que él se sienta como mi presidente”. “Yo no sé a quién representa Puigdemont, yo sé a quién representa Quim Torra”, zanjó.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, hizo un llamamiento a Puigdemont al mostrarse confiada en que “trabajará con parámetros democráticos”. “Hay que explorar el camino del diálogo en beneficio de todos los ciudadanos de Catalunya”, insistió, aunque descartó salirse de la Constitución y frenó las reivindicaciones del Govern que no vayan por ese camino porque “todos los territorios son iguales”.

lectura constitucional Y es que ayer Puigdemont insistió en la receta de la vía escocesa y en que en la Constitución española “no existen preceptos que prohiban hacer referéndums” como el del 1-O. A su entender, se trata de “voluntad política” porque con una “lectura abierta” de la Carta Magna “cabe la consulta catalana”. - I. Santamaría