Iñigo Urkullu ha dado ya la orden a sus respectivos consejeros a que “tomen contacto lo antes posible, con la máxima celeridad”, con sus interlocutores en la Administración española para que las líneas de trabajo fijadas y los acuerdos alcanzados puedan materializarse lo antes posible, sin demora, y de forma que sean perceptibles y visibles de cara a la sociedad los frutos que pueda dar esta línea de trabajo” y de relación “permanente” entre ambos Ejecutivos. Así lo señaló ayer el portavoz de Lehendakaritza, Josu Erkoreka, refiriéndose al hecho de que el lehendakari y Pedro Sánchez pactaran en su reunión en la Moncloa configurar un grupo de trabajo “bilateral y permanente” para impulsar las 37 transferencias pendientes, y otro en julio para abordar el acercamiento de presos.
En este último término, Jonan Fernández, secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, ejercerá como “interlocutor fundamental”, que no exclusivo, con Madrid para alcanzar acuerdos sobre política penitenciaria y el acercamiento de los reclusos de ETA. Mientras que resulta “difícil y complejo” hacer cálculos temporales sobre los pasos que se puedan dar en el tema penitenciario, para abordar las conversaciones sobre todas las cuestiones a tratar los interlocutores de la Administración del Estado tampoco han sido nombrados en su totalidad ni están plenamente operativos.
Interpelado sobre la transferencia del régimen de Seguridad Social, Erkoreka argumentó que en la reunión entre Sánchez y Urkullu no se excluyó ninguna transferencia sino que hablaron de las 37 recogidas en el documento elaborado por el Ejecutivo de Gasteiz y remitido tanto a la Cámara vasca como al Gobierno español, al anterior y al actual, y también de las dos prioritarias que aparecen recogidas así en el acuerdo de coalición entre PNV y PSE. El portavoz precisó que “lo que procede” es que el grupo de trabajo que se vaya a constituir, empiece a examinar el listado de transferencias pendientes y vaya enmarcando sus prioridades, primero en función de las dificultades de carácter jurídico y técnico que se puedan plantear, las prioridades políticas fijadas y, en la medida en se vaya dando el visto bueno a la posibilidad de acuerdos, se traslade el expediente correspondiente a la Comisión Mixta de Transferencias.
Algunas competencias van a entrañar dificultad, aunque no lo tendrán las relacionadas con los tramos ferroviarios que ya no son de interés general, ni la relacionada con la política penitenciaria porque están avalada por un trasfondo “jurídico incontestable”. “Lo que sí existe es una disposición del Gobierno Vasco para empezar el trabajo, ponernos ya mismo sin más demora manos a la obra, y a esto es a lo que nos ha instado el lehendakari a todos los consejeros que tenemos una responsabilidad directa en esa interlocución”, recalcó Erkoreka, quien espera que la relación entre Lakua y el Gobierno español resulte “ productiva, constructiva y estable”.
Por su parte, Sánchez admitió ayer la dificultad de traspasar la gestión de la Seguridad Social. “El Gobierno de España si tiene un objetivo fundamental en relación con la Seguridad Social es garantizar su sostenimiento y la dignidad de las pensiones. Es lo que le trasladé al lehendakari y creo que lo entendió, que comprendió la situación de nuestra Seguridad Social y los retos que tenemos por delante para garantizar esa sostenibilidad”, añadió el socialista desde Berlín, matizando que de la lista de 37 competencias “hay más de una treintena que se pueden trabajar”. El propio lehendakari admitió el pasado lunes que, en lo que se refiere a este aspecto, era necesaria una reflexión seria y sosegada y no la incluyó entre las cuestiones que están más avanzadas y que presentan menos problemas, como la competencia en Prisiones, la gestión de las autopistas A-68 y parte de la A-1, y el Puerto de Pasaia.
críticas de rivera El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, puso el grito en el cielo al ver “gravísimo” que Sánchez pueda “poner en jaque” las pensiones de todos los españoles por un acuerdo con el PNV “en pago” al apoyo que los nacionalistas vascos le prestaron para sacar adelante su moción de censura. “Ni siquiera los socialistas vascos se atrevieron a hacerlo”, subrayó Rivera. Ciudadanos se opondrá rotundamente a cualquier “concesión” a los nacionalistas y especialmente a todo lo relacionado con los derechos laborales y el derecho a la pensión.