MADRID. La titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, tomará este martes declaración como investigada a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes por falsificación documental y cohecho impropio en el marco del caso que estudia presuntas irregularidades en el máster de Derecho Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Cifuentes tiene que acudir al juzgado después de que la magistrada decidiera este lunes desestimar la declinatoria solicitada por su defensa de anular la cita de hoy a la espera de que el caso pudiera llevarse al Tribunal Supremo para investigar lo sucedido con los mismos estudios del candidato a presidir el PP Pablo Casado, con condición de aforado.
Desde que comenzó la polémica, Cifuentes ha defendido su título respaldándose en diferentes documentos aunque el principal, y del cual presumió incluso en un vídeo subido a las redes sociales para asegurar que no se iba a marchar, ha sido el acta del tribunal ante el que supuestamente habría defendido su Trabajo de Fin de Máster (TFM).
Sin embargo, días después de que su equipo difundiera dicha acta a los medios de comunicación, El Confidencial publicó que este documento, que habría facilitado la universidad a la propia Cifuentes el día que saltó la primera noticia, tenía al menos dos firmas de profesoras falsificadas.
Durante su comparecencia en el pleno específico que se celebró en la Asamblea con motivo del máster a finales de abril, Cifuentes también aportó una carta del profesor Pablo Chico al rector de la universidad, Javier Ramos, admitiendo "el error de transcripción relacionado con la plataforma informática donde se vuelcan las notas".
En la misiva, a la que tuvo acceso Europa Press, el profesor señalaba que en junio de 2012 tuvo constancia de que Cifuentes "se personó al examen" de la asignatura 'Financiación de las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales' porque corrigió él personalmente la prueba.
"No obstante, con tan mala fortuna que al transcribir las calificaciones a la aplicación informática se cometieron varios errores humanos en las actas de los estudiantes de esa convocatoria, debido a que el sistema informático llegado cierto tiempo no guarda las calificaciones introducidas quedando en su estado originario", añadía.
Cifuentes también aportó otro documento con su matrícula en dicho máster, realizada ante la Unidad de Postgrado de la Universidad, en todas las asignaturas y por un total de 60 créditos; el pago de dicha matrícula (1.586,39 euros) y su certificado académico personal, donde figuran las 12 asignaturas del máster, con el número de créditos conseguido (60) y las correspondientes calificaciones, así como también la nota media ponderada (un 7,43).
"Hay constancia documental, en ese mismo documento, de que mi trabajo de fin de máster fue calificado con un 7,5 y de que he autorizado formalmente a la Universidad a hacer público dicho trabajo, pese a su carácter interno", llegó a subrayar la propia Cifuentes ese día en el pleno, con los documentos compulsados.
La exdirigente también mostró como prueba un documento con el pago por la expedición del título académico oficial, por importe de 176,27 euros, emitido el 23 de octubre de 2014 y abonado el 4 de noviembre del mismo año.
Por último, también habría constancia documental de que la calificación de No presentado que en algún momento apareció en el sistema informático "obedeció a un error de transcripción, detectado al ir a abonar las tasas de expedición del título". Se trata de un correo electrónico del 23 de octubre de 2014 por el catedrático de Derecho Financiero y Tributario Pablo Chico a la funcionaria de la Universidad que lo corrigió materialmente.
SIN FUERO ANTE LA JUSTICIA
Cifuentes deberá ir a la citación judicial acompañada por un abogado y no tiene la obligación de decir la verdad, ya que los acusados pueden alegar todo lo que quieran en el ejercicio de su derecho a la defensa.
El privilegio del que gozaba de poder ser enjuiciada por el Tribunal Supremo lo perdió cuando renunció a su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid, así como el fuero que perdió al entregar su acta como diputada de la Asamblea de Madrid.
La eliminación del aforamiento era uno de los compromisos de Cifuentes en su programa electoral. El 23 de mayo de 2016 su Gobierno aprobó el proyecto de ley de reforma del Estatuto, incluía esta medida y la reducción del número de diputados. El proyecto está en trámite parlamentario.
Este martes comparecen otros cuatro profesores de la URJC, mientras que dentro de la misma investigación, comparecerán como investigados el próximo 3 de agosto el profesor Pablo Chico de la Cámara y el alumno Álvaro Morante. Lo hacen después de que este martes, declararan en calidad de investigados otros docentes. Quien no lo hizo, porque se ajustó a su derecho a no declarar, fue el director del Instituto de Derecho Público (IDP), Enrique Álvarez Conde.