rajoy volvió ayer al Congreso. Tras recibir el jueves la llamada del PNV que le condenaba al repudio de la Cámara decidió ahorrarse todo el proceso contra su persona, pero tenía que cumplir con el trámite de votar contra su propia defenestración, y aprovechó para pronunciar una escueta despedida que leyó con voz emocionada, derrotado también anímicamente. “Espero que estemos todos a la altura de las responsabilidades que tenemos por delante, por el bien de nuestro país”, dijo.
“Hoy gana usted y pierde España”, le espetaba el portavoz del PP, Antonio Hernando, a Sánchez, cuando el todavía presidente del gobierno español entraba en el hemiciclo para votar. Los populares reforzaron la ovación final que dedicaban a Hernando para dirigirla a Rajoy, recibido al grito de “¡presidente, presidente!”.
La espantada de Rajoy en el debate, una vez superadas todas las incertidumbres sobre lo que iba a pasar, fue uno de los principales argumentos de una mañana en la que la ya exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, evitó poner su bolso en el escaño de Rajoy, tras las mofas del día anterior.
Todo acabó a las 11.33 horas de la mañana, cuando la presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunciaba a la Cámara que gracias a 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención, Sánchez había conseguido la confianza de la Cámara al ganar la moción de censura. “Muchas gracias señor presidente, muchas gracias señor presidente”, concluyó Pastor, mirando a uno y otro lado del hemiciclo, con una insólita frase dirigida a un Rajoy censurado y a un Sánchez recién proclamado.
A partir de ahí, felicitaciones y alegría en el PSOE, y un grupo de Unidos Podemos que recuperaba el lema con el que nació el partido de Pablo Iglesias. “¡Sí se puede! ¡Sí se puede!”, gritaban los diputados, frente a la bancada del PP, cuyos miembros solo abandonaron su sereno duelo con la catártica intervención de Hernando. El portavoz expresó su orgullo por pertenecer al PP y sus compañeros le dirigieron una larguísima ovación.
Sánchez, mientras tanto, disfrutaba del momento ante la mirada, desde la tribuna de invitados, de su esposa Begoña Gómez. - Efe