MADRID. Un grupo de 500 catedráticos y profesores de universidades públicas han criticado "la estrategia de silencio" de los rectores de la CRUE tras las "muy serias dudas sobre la legalidad" en el título de máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la Universidad Rey Juan Carlos.

En un documento, los firmantes han mostrado su temor a que la "llamativa discreción" de la CRUE pueda ser confundida con corporativismo o solidaridad con "quienes se entregan a malas prácticas".

Por ello, han hecho una llamada "al control de las ocasionales malas prácticas" tras el citado escándalo.

"La presunción de inocencia tiene pleno sentido y merece total respeto en los procesos penales, pero nada más que ahí", ya que es "obligación básica" de los rectores y sus equipos, de los decanos y de los directores de departamento velar por la integridad de los comportamientos y la legalidad de los procedimientos, han resaltado.

También se debe poner en marcha cualquier medida jurídicamente válida para la sanción de las acciones indebidas, han opinado.

Los firmantes también han rechazado la "absurda y estéril burocratización" del sistema universitario español, que consideran que lleva a fiscalizaciones "puramente aparentes por parte de agencias y entidades de evaluación que, en lo que a los títulos universitarios se refiere, a menudo no sirven más que para disfrazar el desgobierno y la arbitrariedad".

No obstante, han señalado que "incidentes graves" como el que actualmente afecta a la URJC no deben usarse para la crítica "genérica e indiscriminada de las universidades públicas españolas y de los estudios que ofrecen".

"Somos los docentes de las universidades públicas los más interesados en un control estricto de la enseñanza y los títulos" y "la inquietud actual ha de ser acicate para un análisis riguroso de cómo se organizan y se gestionan los títulos", han argumentado.

Por último, han instado a las autoridades estatales y autonómicas, a los rectores y a los responsables universitarios en general a incrementar el esfuerzo y los medios para que haya efectivo control y verdadera inspección de la calidad y la seriedad de todos y cada uno de los títulos universitarios.