bilbao - Sus caminos se cruzaron hace veinte años por cuestiones académicas y laborales. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, y el líder social del independentismo catalán y ex presidente de la ANC, Jordi Sànchez, ambos profesores universitarios, han mantenido el contacto desde entonces, de manera más o menos esporádica. Hace aproximadamente un mes, la familia de Sànchez, encarcelado en la prisión de Soto del Real, se puso en contacto con Esteban para trasladarle que el ex presidente de la ANC quería recibir su visita e intercambiar impresiones sobre la situación política. La petición se trasladó a Instituciones Penitenciarias, que fijó la fecha del encuentro. La reunión se produjo el martes por la mañana en el penal madrileño, y Esteban aprovechó para trasladarle su solidaridad y la de todo el PNV, escandalizado por las duras medidas judiciales y la intervención del autogobierno. Ambos coincidieron en la urgencia de formar un Govern para recuperar las instituciones catalanas y poner fin al artículo 155 de la Constitución española, que mantiene en suspenso el autogobierno del territorio.
Sànchez, a quien el soberanismo ha intentado investir sin éxito en dos ocasiones topándose con la negativa del Tribunal Supremo a concederle un permiso de salida, se mostró convencido de que, más pronto que tarde, habrá un Govern estable en Catalunya. La reunión ayudó a Esteban a forjarse una composición de lugar aún más concreta sobre la situación en Catalunya, y le trasladó el apoyo de todo su partido. Este encuentro, que tuvo un componente personal importante, ha tenido lugar en paralelo a la línea de comunicación oficial que mantiene el PNV con altos cargos del soberanismo catalán (sobre todo, con sus socios históricos del PDeCAT) para estar al corriente de los movimientos que pueden anticipar una próxima investidura en Catalunya.
seis meses en la cárcel Sànchez lleva medio año en la cárcel, desde que la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, decretara su ingreso en prisión incondicional. La causa ha pasado a manos del Tribunal Supremo, pero el juez Llarena ha rechazado su puesta en libertad condicional o, siquiera, un permiso de salida para someterse a la sesión de investidura. Tampoco ha aceptado la vía telemática. Esteban le trasladó su preocupación por la situación de las instituciones catalanas y la suspensión del autogobierno, una inquietud que, según las fuentes consultadas, va mucho más allá y está por encima de la negociación de los Presupuestos estatales, un asunto que no estuvo sobre la mesa.
El Supremo atribuye a Sànchez un delito de rebelión y lo acusa de arengar a las masas soberanistas para permitir el referéndum del 1 de octubre y conseguir la independencia. Se le atribuye un papel de liderazgo en la concentración frente a la conselleria d’Economia los días 20 y 21 de septiembre para protestar por los registros. Sin embargo, un vídeo mostraba cómo intentó disolver la concentración junto a Jordi Cuixart, de Òmnium. En su encuentro del martes, Esteban vio a Sànchez sereno y con fortaleza a pesar de su delicada situación en la prisión madrileña.