neumünster - Encarcelado en la prisión de Neumünster, Carles Puigdemont no se ha alejado un milímetro de la realidad política que sacude Catalunya y, por extensión y ante la internacionalización del proceso soberanista, Europa. El líder de Junts per Catalunya aprovecha siempre que tiene ocasión para pronunciarse a través de las redes sociales o de sus abogados. La última vez, ayer, en su cuenta oficial de Twitter, donde el expresident, cesado por el artículo 155 de la Constitución, advirtió de que no entra en sus planes abandonar, dando muestras de que se siente fuerte y deseoso de resolver su situación para regresar a Bélgica y no acabar siendo extraditado a España. “No claudicaré, no renunciaré, no me retiraré ante la actuación ilegítima de quienes han perdido en las urnas ni ante la arbitrariedad”. La sentencia deja bien a las claras que entre los objetivos de Puigdemont no está renunciar a su acta de diputado, y que como entiende su entorno y formaciones como la CUP debería ser candidato a presidir la Generalitat.

En el primer tuit difundido desde que cedió el control de sus perfiles en las redes sociales al encontrarse recluido en el centro penitenciario alemán, el exjefe del Govern da a entender a las claras que no dará un solo paso atrás en la primera línea de la política, “que todo el mundo lo tenga claro -asevera-”, y menos aún “ante la actuación ilegítima de quienes han perdido en las urnas ni ante la arbitrariedad de quienes están dispuestos a pagar el precio de abandonar el Estado de derecho y la justicia por la unidad de la patria”.

Puigdemont se encuentra bajo custodia policial desde que fuera detenido el pasado domingo cuando se desplazaba desde Helsinki hasta suelo belga, tras la euroorden dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que le acusa de presuntos delitos de rebelión y malversación de caudales públicos, y hasta de corrupción. A la espera de la decisión de la Fiscalía alemana acerca de su extradición, sigue el mismo patrón que el resto de encarcelados, según la directora de la institución penitenciaria, Yvonne Radetzki: “El señor Puigdemont no recibe ningún trato especial. Está en un edificio de la prisión completamente normal”. “Naturalmente al principio miramos un poco si podíamos permitir que el señor Puigdemont participara directamente en el día a día de la cárcel. Pero no demasiado, porque Puigdemont llama la atención”, añadió.

Esta Semana Santa el líder de Junts per Catalunya ha degustado un menú tradicional. El viernes comió un filete de solla -un pescado típico del Mar Báltico- con mostaza de Dijon y patatas, y ayer arroz con leche con azúcar y canela. Para la jornada de hoy disfrutará de un filete de carne picada a la pimienta con judías y patatas, y mañana ragú de ternera con verduras y pasta.

El apoyo le llega desde las entidades civiles, el ciudadano independentista y desde la fuerza rupturista más respaldad el 21-D, JxCat. Su vicepresidente primero en el Parlament, Josep Costa, insistió en que la intención de su grupo sigue siendo investir como president a Puigdemont y, si finalmente se opta por otro candidato, sería un opción “provisional” mientras buscan la manera de situarlo de nuevo al frente del Govern. “Lo hemos dicho reiteradamente”, explica el diputado, jurista de formación y profesor universitario que se presentó con JxCat como independiente. “Estamos estudiando todos los escenarios”, pero “tarde o temprano” en esta legislatura “se logrará” que el expresident vuelva a capitanear la Generalitat. “Tenemos la convicción de que la voluntad democrática de los ciudadanos, que es tener un Govern presidido por Puigdemont, se podrá cumplir mucho antes de que acabe la legislatura. Quizá habrá que intentarlo más de una vez, pero no renunciaremos a ellos”, zanja.