Bilbao - El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, respaldó ayer la propuesta de nuevo Estatuto de la CAV que el PSE ha trasladado a la ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco. En su parada en Bilbao dentro de la gira de asambleas abiertas con la militancia que viene realizando por diversas ciudades del Estado, Sánchez defendió las principales líneas maestras que manejan los socialistas vascos al abrazar la idea de “una Euskadi unida, dentro de una España que avanza, integrada en una Unión Europea que tiene que encontrar su lugar en un mundo cada vez más globalizado de soberanías están compartidas”. Tras alertar del rumbo hacia posiciones rupturistas que podrían tomar las formaciones socialistas, el líder del PSOE remarcó que el nuevo estatus debe dar respuesta “a los desafíos del siglo XXI”, pero en ningún caso incluir las herramientas para romper con el Estado.

Sin apenas apelaciones a la situación política de Euskadi y centrándose más en mensajes de corte social, Sánchez sí que apostó porque la actualización del Estatuto huya de aventuras soberanistas. Esa misma filosofía comparten los socialistas vascos, que a pesar de abrirse a debatir punto por punto un texto articulado con PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, no incluyen el derecho a decidir que estas tres formaciones avalan. Sánchez apostó por un autogobierno que “responda a los desafíos de una sociedad como la vasca en el siglo XXI” y se olvide de tomar “otro rumbo”, como podría ser el caso del procés catalán “que ha supuesto la mayor crisis de Estado en 40 años” por el intento de los soberanistas “que intentaron unilateralmente romper el orden constitucional”.

Entre esos desafíos a abordar en el nuevo Estatuto, Sánchez situó la necesidad de construir “una Euskadi unida” que, en todo caso, no rompa amarras “con una España que avance” hacia la consecución de los derechos sociales. Los valores “humanistas y de la ilustración, como son los derechos humanos, como es la igualdad y como es la libertad”, deben ser eje de la relación que la CAV mantenga con el Estado, afirmó, para posteriormente incidir en que “los avances en derechos sociales y libertades” deben ser la guía del nuevo estatus.

No en vano, el líder del PSOE alertó de posibles riesgos si la Ponencia de Autogobierno abre la puerta a la bilateralidad o al concepto de nación vasca, tal y como apunta el PNV, su actual socio de Gobierno Vasco. Aunque se haya posicionado hacia posiciones más posibilistas, los socialistas ven con peores ojos las medidas de EH Bildu, tendentes a superar los marcos de un hipotético federalismo. “Puede ser una gran oportunidad, si los partidos políticos se dedican a abordar los grandes desafíos que tiene la sociedad vasca, la desigualdad, la regeneración democrática, la garantía de un crecimiento seguro, el respeto al medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, el reconocimiento de nuevos derechos y libertades, vinculados, por ejemplo, a la igualdad de género”. No atenerse a estos asuntos, podría convertise en “una oportunidad perdida”.

Llamamiento a la unidad De todos modos, el grueso de los mensajes lanzados por Sánchez a su militancia vasca versó sobre sus medidas para la recuperación “del Estado social”. Aunque a un año vista de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, Ferraz es consciente de que debe volver a la senda de la unidad interna tras años de disputas que han desangrado el PSOE. La herida abierta supura menos que en el convulso 2017 tras el Congreso Federal de hace nueve meses. Igualmente, Sánchez se ha salido con la suya al limar poder a sus barones con el beneplácito a sus nuevos estatutos del partido. Aún así, lanzó una proclama en favor de la “unidad” socialista, ya que será la llave que pueda llevar a la formación de vuelta a la Moncloa.