Vitoria - El portavoz de la iniciativa Kalera Kalera de la izquierda aber-tzale y exrecluso de ETA Antton López Ruiz Kubati, reclamó ayer el reconocimiento por parte del Estado de la práctica “sistemática” de torturas, así como la reparación para quienes la han padecido y “garantías” para que no se repitan.
El portavoz de la izquierda abertzale hizo estas declaraciones en un acto político con motivo del día contra la tortura y apenas cuatro días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenara al Estado español a indemnizar a Igor Portu y Mattin Sarasola, dos de los etarras que volaron la T-4 del aeropuerto de Barajas en un atentado en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos, por las lesiones ocasionadas por la Guardia Civil durante su detención en Arrasate. La Corte de Estrasburgo dio un severo varapalo al Estado español por el “tratamiento inhumano y degradante” infringido a los dos detenidos en febrero de 2008. El tribunal falló contra el Gobierno español y también contra el Tribunal Supremo que había revocado la sentencia inicial del Juzgado de Donostia condenando los cuatro guardias civiles implicados en la detención.
López Ruiz, quien cumplió 26 años de prisión por 13 asesinatos, entre ellos el de la dirigente de ETA Dolores González Catarain Yoyes -disidente de la banda que aceptó las medidas de reinserción, entonces vetadas por ETA y su entorno, motivo por el que fue asesinada con un tiro en la cabeza disparado, según la sentencia judicial, por el propio Kubati- hizo declaraciones a los medios de comunicación poco antes del inicio del acto organizado en Irun por Kalera Kalera, la iniciativa de la izquierda abertzale en contra de la tortura, al que asistió también el secretario general de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Schulman.
El portavoz de Kalera Kalera señaló que la “utilización” de la tortura ha sido generalizada y agregó que se ha empleado “contra el independentismo vasco como arma estratégica” por lo que reclama al resto de los partidos y al Estado una declaración en la que, “de manera institucional, se reconozca que esas prácticas han existido”.
Asimismo solicitó la puesta en marcha de “instrumentos” para que las personas que las han padecido reciban ayuda psicológica y política así como la “revisión de las sentencias dictadas con confesiones que se hayan conseguido con torturas”. En el capítulo de las “garantías” pidió el cumplimiento de las normas que marca Amnistía Internacional así como la presencia de abogados durante los interrogatorios a los detenidos, la grabación de la estancia en la comisarías y la eliminación de la medida de incomunicación. También exigió que el abogado del detenido esté presente en todos los interrogatorios.
Por su parte Schulman señaló que la tortura es un “delito contra la Humanidad que no tiene patria ni bandera y que no puede prescribir ni ser amnistiado”. El activista argentino por los derechos humanos consideró que la tortura “no es un problema jurídico, sino que desafía a la sociedad vasca, porque un pueblo que permite que torturen a sus miembros se degrada”. En este sentido remarcó que la lucha contra esta práctica “es parte de la lucha por los derechos humanos y por un mundo sin torturadores y sin jueces que los respalden”. - DNA