madrid - El PP se opuso ayer a que los expresidentes de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps y Alberto Fabra, declaren en la Comisión de Investigación de la Financiación de los Partidos Políticos del Senado, y acusó a Podemos, la formación que pedía su testimonio, de querer montar “un circo” en la Cámara Alta.

La Comisión se reunió una vez más sin presencia de los grupos de la oposición, que mantienen su boicot a un órgano desde el cual el PP indaga en las finanzas de otros partidos, y acordó dedicar sus próximas dos sesiones a comparecencias para escrutar las finanzas de Ciudadanos.

Tras la reunión, el portavoz del grupo popular, Luis Aznar, arremetió contra Unidos Podemos por la “falta de respeto” hacia la institución y la “poco presentable” actitud que a su juicio demuestra al requerir comparecencias de cargos del PP cuando ni siquiera participa en la comisión parlamentaria. Junto a Camps y Fabra, Podemos solicitó que fuera convocada la senadora Adela Pedrosa por las últimas revelaciones de acusados en la trama Gürtel que la implican en prácticas irregulares de financiación del PP.

Sin embargo, Aznar piensa que los de Pablo Iglesias solo buscan el “escándalo” y por ello su grupo ha promovido un informe de los letrados de la Cámara para que evalúen estas prácticas. “No estamos dispuestos a que intenten convertir en un circo una comisión que está intentando trabajar desde la más absoluta seriedad”, subrayó.

Además, negó que en el Senado el grupo popular actúe en función de los pasos que en el Congreso da la Comisión de Investigación de la Financiación Irregular del PP, donde sí va a acudir Camps, junto a Ricardo Costa: “Seguimos un plan de trabajo que sigue su curso, no tiene nada que ver con el del Congreso”.

Entre tanto, el próximo jueves la Comisión celebrará las comparecencias de responsables de una plataforma de críticos de Ciudadanos que en su día denunció al partido por financiación ilegal. Una semana más tarde, serán citadas las dos consejeras del Tribunal de Cuentas que elaboraron el informe sobre la contabilidad del partido naranja en 2015. - Efe