Mañana, en toda Euskal Herria”. Es un lema que Gure Esku Dago (GED) mantiene desde que Etxarri-Aranatz, en Nafarroa, pusiera a cero el cuentakilómetros de las consultas ciudadanas en 2014. Desde entonces, han obtenido el respaldo de 177.000 votantes en 180 plebiscitos. Lejos de aminorar la velocidad en favor del derecho a decidir, la plataforma ciudadana imprimirá una nueva marcha para saltar, por vez primera, a una capital de Euskadi. Donostia es la ciudad elegida, que consultará a sus vecinos en otoño, aunque Gasteiz también podría albergar la suya. En un principio, Bilbao e Iruñea caerían del calendario de 2018, pero ello no supondrá que la plataforma no siga expandiendo su radio de acción. “El nuevo ciclo” de GED también llega en primavera a Portugalete, feudo del PSE en Ezkerraldea.
La mecánica de Gure Esku Dago es la de impulsar las consultas, pero de “abajo hacia arriba”. Es decir, implicando a la ciudadanía para crear redes pueblo a pueblo que se encarguen de recoger las firmas necesarias y organizar la jornada. Ese método resulta más sencillo de aplicar en los pequeños municipios, más apegados a acudir a las urnas, que en las localidades más pobladas de Euskadi, donde no existen tan amplias mayorías nacionalistas que eleven la participación. Fue el caso de la última oleada de consultas, en noviembre pasado, en lo que fue todo un acercamiento a las capitales vascas. Se saldó con un 13% de participación en 13 municipios de Bizkaia y Gipuzkoa, aunque con disparidades como el 11,8% de votantes de Getxo, frente al 57% de Ibarrangelu. Sea como fuere, la plataforma no cejará en su empeño en un contexto político que parece propicio. En la CAV se debate la inclusión del derecho a decidir en la ponencia de Autogobierno y hay tres partidos del Parlamento Vasco que suman mayoría -PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos- sensibles a la reclamación. En Nafarroa, por su parte, se prevé diseñar una ley de consultas. Diferente es el escenario de una Iparralde que dispone de su Mancomunidad única, pero en la que resultará complicado penetrar.
Sin abrazar los porcentajes, Gure Esku Dago asegura que “se aprende a decidir decidiendo”. Así lo recoge su planning para 2018 y así lo afirma Zelai Nikolas, una de sus portavoces. El primer reto es elaborar un Pacto Ciudadano y compartirlo después con las instituciones y agentes, “que tienen un papel clave”. Además han llamado a que la ciudadanía participe masivamente el próximo 10 de junio en una cadena humana que enlazará Donostia y Gasteiz, y que pretende pasar por Bilbao, en la que será “la más grande movilización que jamás se haya llevado a cabo en Euskal Herria”.
La primera tanda de consultas de 2018 será el próximo 6 de mayo en nuevos municipios de Bizkaia, algunos cercanos a Bilbao. Lezama, Zamudio, Güeñes, Gordexola, Muskiz e Igorre están llamados a las urnas. Sobre todos ellos destaca el caso de Portugalete, feudo que el PSE aún conserva en Ezkerraldea y que testará la adhesión al derecho a decidir en un enclave, a priori, poco favorable. “Pero sus vecinos han aceptado el reto y, pese a tratarse de un salto importante, es una cita ilusionante”, asegura Nikolas. Laudio, Amurrio, Aiara, Zigoitia, Okondo o Zuia también albergarán urnas por parte de Araba, junto a una decena de pueblos de las zonas de Malerreka y Lizarraldea, en Nafarroa.
Donostia, clave La gran prueba de fuego será Donostia, donde sus promotores esperan alcanzar un 25% de participación, pero confían en que este porcentaje “sea mayor” en la consulta que se llevará a cabo en octubre o noviembre. Donostia Galdeketa, que así se denomina el colectivo que lo impulsa, pondrá en marcha en breve una campaña en la que espera recabar unas 8.000 firmas de apoyo, 5.000 más de las previstas en la normativa municipal (1,5%). “La experiencia recabada en Oarsoaldea y Getxo, dos consultas complejas pero cuyas experiencias dejaron un poso agradable, puede ayudarnos a que sea un éxito”, señala.
“Deseamos llegar a una población de 800.000 personas”, incide Nikolas, para quien resulta necesario que durante este año se pase a “normalizar que la ciudadanía tenga la palabra, en profundizar en la cultura democrática”. Catalunya, “de la que hemos aprendido mucho”, está permanentemente en el foco; si bien “tenemos una cultura de empoderamiento ciudadano propia en Euskal Herria”, además de que los ritmos o la situación política “son bien diferentes”. Con un 2018 “ilusionante y pleno de trabajo” por delante, Gure Esku Dago “abrirá una nueva fase en 2019 en la que el objetivo es que haya una nueva sintonía en favor del derecho a decidir”.