Bilbao - La asociación de familiares de presos, Etxerat, alertó ayer del perjuicio que genera la dispersión a los familiares de edad avanzada de los reclusos y a aquellas imposibilitadas por razones de enfermedad para viajar cada fin de semana a las cárceles. Es uno de los sectores “más vulnerables de entre quienes más sufren el impacto del alejamiento”, apuntaron en una comparecencia en la que presentaron un informe al respecto.
“El 70% de los presos se encuentra en cárceles alejadas entre los 600 y 1.100 kilómetros de sus domicilios. El 98% de los padres y madres han cumplido ya 60 años, pero en su mayoría superan los 70”, afirmaron. Así, recordaron que “en el plazo de un año dos familiares han debido ser hospitalizados” tras viajar a las cárceles de Valencia y Villena (Alicante). “Son algunas de las consecuencias de estos viajes impuestos, de estas visitas a lugares muy lejanos que sólo se pueden entender en términos de venganza”, concluyeron. -DNA