madrid - El Gobierno español garantizó ayer que Carles Puigdemont no será investido presidente de la Generalitat, al tiempo que aconsejó al presidente del Parlament, Roger Torrent, que se fije en la situación de su antecesora -Carme Forcadell está imputada-, “y no cometa errores del pasado”. Y es que en apenas 48 horas, este próximo lunes, se sabrá si Torrent accede a presentar a Puigdemont como candidato a presidir la Generalitat y, por lo tanto, se presta a realizar una investidura a distancia, ya que el presidente cesado continúa en Bélgica, a donde llegó a finales de octubre, y de momento no tiene previsto regresar a Catalunya.

Torrent anunciará el lunes su decisión después de haberse entrevistado con todos los grupos de la Cámara. Sabe que la designación de Puigdemont cuenta con el aval entusiasta de Junts per Catalunya (JxCat), que desde el primer momento ha dejado claro que el cesado president es su única opción; el apoyo, en este caso no tan entusiasta, de ERC; y la rotunda negativa de bloque constitucionalista -Ciudadanos, PSC y PP- a quienes en esta ocasión se ha unido también los comuns. Además, y como no cabía esperar de otra manera, el Gobierno español reiteró ayer en boca de su portavoz, Iñigo Méndez de Vigo, las amenazas vertidas la víspera por la vicepresidenta Soyara Sáenz de Santamaría.

Así, y a la espera de la designación oficial de este próximo lunes, la postura mantenida por Torrent desde que fue elegido presidente del Parlament es de una calculada ambigüedad. Al igual que su partido, ERC, de forma genérica no duda en ofrecer su apoyo a Puigdemont al ser quien encabezó la lista más votada dentro del soberanismo, pero no va más allá. Buen ejemplo de ello es la entrevista que publicaba ayer el diario Ara en la que aseguraba que quiere “garantizar que haya un candidato que pueda ser investido y que haya un Govern que pueda gobernar desde el minuto uno”. “Si es Puigdemont quien cuenta con más apoyos, hablaré con él para ver cómo enfoca la investidura”. Preguntado si se puede gobernar desde Bruselas, opción que baraja Puigdemont, Torrent respondía con un enigmático: “el Govern debe ser efectivo”.

Advertencias desde moncloa Lo que sí debe tener claro Torrent es que la designación de Puigdemont le pondrá en el punto de mira del Gobierno español. Si el jueves Sáenz de Santamaría señalaba que harán “todo lo que en su mano” para impedir la investidura de Puigdemont, ayer fue el portavoz del Ejecutivo de Rajoy. Méndez de Vigo, quien aseguró de forma tajante: “Carles Puigdemont no será investido”.

Además, el aviso a navegantes se extendió al propio Torrent, a quien aconsejó que no cometa los “errores del pasado”, ya que, su antecesora Carme Forcadell “tuvo que rendir cuentas ante los tribunales”. “No puede pretender ser el presidente de todos y luego convertirse en el presidente de una parte”, avisó, para añadir que el Gobierno no juzga sobre “intenciones” sino sobre actos, y ahí será “firme y sólido como hasta ahora”.

Asimismo, sobre la hipotética visita de Torrent a Bruselas para entrevistarse con Puigdemont -encuentro que no ha sido confirmado por ninguna de las dos partes-, Méndez de Vigo señaló que la única razón que pudiera justificar este encuentro en la capital belga es que el Torrent le dijera al president cesado que tenía que comparecer ante la justicia como cualquier otro ciudadano y “no estar huido en otro país”.

Méndez de Vigo dejó claro que impedirán la investidura de Puigdemont ya que, tal como ha señalado en varias ocasiones el propio Mariano Rajoy, “el Gobierno está en el ejercicio del artículo 155 y nadie en España puede tener duda de que impedirán que se cometa cualquier ilegalidad”. El portavoz del Ejecutivo, que recordó que el informe jurídico de los letrados del Parlament se posicionaba en contra de una investidura telemática, insistió en que la respuesta del Gobierno español ante “cualquier intento de actuar políticamente al margen de la ley” será “sólida y firme y sin la menor vacilación” y advirtió de que persistir en esa vía “no es la solución, al revés es una mala idea”.

Preguntado sobre las últimas declaraciones de Puigdemont, quien considera inmoral que no se le respeten sus derechos de diputado, Méndez de Vigo respondió que la inmoralidad “es sustraerse a la acción de la justicia”, al tiempo que añadió que “en el ADN del señor Puigdemont no hay nada que le diferencie de otra persona y todos estamos sometidos a la acción de la justicia y sustraerse a ella es inmoral”.

Asimismo, en apenas 48 horas la dirección estatal del PP dejó en evidencia a los populares de Catalunya. Si el pasado miércoles el portavoz del PP en el Parlament, Santiago Rodríguez, descataba el “tono conciliador” de Roger Torrent, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, admitió ayer que “no se fían” del nuevo presidente del Parlament como no se fían del independentismo. “Tenemos que estar preparados para cualquier situación”, enfatizó.