parís - El Ministerio de Justicia francés aseguró ayer que “trabaja en concertación” con el Gobierno español en materia de acercamiento de los presos de ETA a prisiones próximas a Euskadi. El portavoz del departamento, Youssef Badr, señaló además que las decisiones de acercar a los reclusos se toman en función de criterios establecidos por el propio Gobierno galo, sobre todo, el comportamiento en prisión, la fecha de fin de condena y la situación personal de cada preso.

Desde que la semana pasada se hiciera público que el Eliseo está decidido a ir acercando a las cárceles de Mon de Marsant y Lannemezan de forma progresiva e individual a los 60 presos etarras diseminados en cárceles francesas, es la primera vez que un representante del Ejecutivo de Emmanuel Macron admite que las autoridades españolas son informadas de sus decisiones sobre los reclusos de la banda.

De todas formas, el portavoz Badr no delimitó el significado de la “concertación” con el Gobierno de Mariano Rajoy, que sigue sin mover un milímetro su política penitenciaria con los presos de ETA y sin variar un ápice en materia de acercamiento. El movimiento anunciado por el Ejecutivo de Macron pone la presión sobre el Gobierno español, que en reiteradas ocasiones ha manifestado que no variará su posición en este tema al menos hasta que ETA anuncie su disolución definitiva y también que los reclusos de la banda den pasos hacia la reinserción. Ninguna de las dos condiciones se ha sustanciado hasta la fecha, si bien la desaparición parece cosa de unos pocos meses, según señala el Foro Social Permanente, y los presos han anunciado su disposición a reconocer las vías legales e individuales para mejorar su situación penitenciaria.

Esa concertación se limita a mantener informado al Gobierno español, así como al Ejecutivo de Urkullu y a la delegación de Iparralde que en los últimos meses se ha reunido varias veces con representantes del Ministerio de Justicia francés. También con el Gobierno Vasco mantiene una línea muy abierta de contacto para intercambiar opiniones e información.

Además del anunciado acercamiento de presos, el Elíseo ha retirado la condición de presos peligrosos a siete etarras (aún queda otra veintena de presos vascos con el estatus de peligrosidad o DPS), con lo que los reclusos verán suavizado su régimen penitenciario y las autoridades y los funcionarios de prisiones franceses liberarán personal y medios para otros menesteres más acuciantes, sobre todo vinculados a la amenaza del terrorismo yihadista.

Esta es precisamente una de las principales motivaciones del Gobierno francés en relación con el tratamiento de los presos de ETA. Macron quiere despejar de una vez este frente que en Francia no tiene las connotaciones políticas que tiene en el Estado español, entre otras razones porque la violencia etarra apenas ha sacudido en su territorio. Esta determinación del Gobierno de París choca con la posición del Gobierno de Rajoy y de algunos colectivos de víctimas de España, que ya han tocado a la puerta del Ministerio francés para evitar que inicien el acercamiento de los presos. El próximo día 24 recibirá a la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, y Covite también ha pedido una reunión.