madrid - Después de tres semanas sin su en otras ocasiones multiplicada presencia, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, reapareció ante el Consejo Ciudadano Estatal para hacer balance del 2017, valorar el 21-D -“el procesismo está agotado”- y marcar la línea de este año recién estrenado.
Parte del análisis de los últimos meses se los llevó el procés catalán, culminado con unas elecciones en las que Iglesias criticó que la oferta de diálogo de su formación fue interpretada más hacia “otras formaciones políticas”, en referencia a los partidos soberanistas, que una propuesta dirigida a la sociedad.
El líder morado dio por concluido el “procesismo” y, según recogió La Vanguardia, aseguró que el 21-D no solo demostró que “España es plurinacional, sino que Catalunya es plurinacional; y hemos visto expresarse a la nación española en Catalunya”.
CatComú-Podem se quedó en ocho de los 11 escaños que la sigla -sin los comunes de la alcaldesa barcelonesa Ada Colau- tenía la pasada legislatura, un resultado para el que Iglesias pidió “autocrítica y analizar lo que no hemos hecho bien”, al no ser capaces de “impedir que los temas sociales desaparezcan de la agenda en un país con niveles de desigualdad escandalosos”.
“Es el momento de la reflexión política, después de un año que ha sido determinante para España y para Podemos, un año que no ha acabado bien para nosotros y para nuestros aliados del cambio”, elevó el foco al plano más general.
Un año de “momentos difíciles” en el que la buena onda de 2016 y la consolidación prevista para el 2017 se quedaron en agua de borrajas. La tensión interna con motivo de Vistalegre II -donde las tesis de Iglesias se impusieron con claridad a las de Íñigo Errejón-, la primavera que giró en torno a las primarias del_PSOE y los acontecimientos del procés a la vuelta del verano han desplazado del centro político a un Podemos que se ha desenvuelto mejor en años electorales.
Un año en el que, tramabús aparte, la formación morada no ha logrado colocar sobre la mesa sus principales temas. Un reto que Iglesias marcó de cara a 2018 y con el que empezó ayer mismo, cuando anunció que Unidos Podemos registrará en el Congreso esta próxima semana la ley sobre impuestos para la banca que había llevado en su programa electoral y que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, también había anunciado esta semana.
“Las medidas que sirven para cambiar la vida de la gente no deben ser competición entre partidos. Nosotros proponemos pasar a los hechos”, dijo Iglesias, que aseguró que “mucha gente en el PSOE tiene la sensación de que el nuevo Pedro Sánchez ha envejecido muy rápido y que los hechos del PSOE son muy decepcionantes”.
“Nos gustaría que aquello que dijo de que íbamos a ser socio preferente fuera verdad pero no ha sido así y lamentamos que haya renunciado a una moción de censura para sacar la corrupción del Gobierno”, recordó asimismo.
Iglesias se mostró dispuesto a repetir una moción de censura contra Mariano Rajoy, aunque puso la pelota sobre el tejado del PSOE: “Si cambiara, nosotros estamos disponibles para sacar a Mariano Rajoy del Gobierno, pero nos hemos hechos escépticos”.
En este sentido, y tras un 2016 con dos debates de investidura y la moción de censura de 2017, Iglesias demandó a Rajoy que recupere el Debate sobre el Estado de la Nación que no se ha celebrado desde 2015 y que puede suponer un mojón hacia las elecciones de 2019. - J. Arretxe