Gasteiz - A dos días para la celebración de la manifestación de Bilbao para reclamar el fin de la actual política penitenciaria, y escasas jornadas después de que el colectivo de presos de ETA -EPPK por sus siglas en euskera- reconociera el daño causado y se ofreciera a mantener encuentros restaurativos con las víctimas “sin reproches”, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, visitó ayer Euskadi con una apretada agenda. En el acto de toma de posesión del nuevo jefe superior de la Policía Nacional en el País Vasco, José Antonio Santamaría, el ministro fue preguntado por elreciente anuncio del EPPK. El derecho a la reinserción, dijo, está recogido en el ordenamiento jurídico, pero recordó que “quien quiera reinsertarse tiene que cumplir con una serie de requisitos y, a partir de ahí, vendrá la aplicación estricta de unas normas”. “Todo el mundo tiene que cumplir con la norma”, insistió al respecto.

Tras finalizar su debate interno, los presos de ETA decidieron acogerse a la legalidad vigente para acceder a cambios de grado o reducciones de penas, y de hecho ya se están cursando solicitudes en ese sentido. Ahora se ha reconocido además el daño causado, pero en cambio no se acepta la delación y el arrepentimiento, y precisamente el Gobierno del PP exige la colaboración de los reclusos para esclarecer atentados sin resolver.

A Zoido también se le preguntó por las críticas del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) a la decisión de algunos jueces de permitir actos de recibimiento a antiguos presos de ETA en algunos municipios de Euskadi, por considerar que no se trata de expresiones de enaltecimiento del terrorismo, sino de muestras familiares de alegría hacia esas personas. Zoido recordó que la autoridad judicial tiene la competencia “para sancionar, en su caso, los reconocimientos públicos que se puedan hacer”.

Durante el acto de posesión de Santamaría, Zoido recordó a los 112 policías nacionales asesinados por ETA y agradeció, en nombre de toda la sociedad española, “el formidable servicio que prestan día a día en el País vasco los 1.300 hombres y mujeres que forman parte de la plantilla de la Policía Nacional”. Después de este acto, el ministro se trasladó a Donostia para visitar el cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo, y antes había acudido también al Memorial de las Víctimas del Terrorismo, acompañado por el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, y el delegado del Gobierno, Javier de Andrés.

reunión En todo caso, su primera cita en Euskadi fue en la sede del Gobierno Vasco de Lakua, donde se reunió con la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. En el encuentro repasaron la marcha de los acuerdos adoptados entre los dos gobiernos en la reunión de la Junta de Seguridad del pasado mes de junio.