Barcelona - El dirigente de ERC y diputado electo, Ernest Maragall, gana enteros como futuro presidente del Parlament, tras la renuncia ayer de Carme Forcadell a revalidar su cargo. El pacto entre JuntsxCat y Esquerra recoge que sea un parlamentario de los republicanos el que presida la Mesa de la Cámara y el nombre de Maragall ha sonado con fuerza esta semana para sustituir a Forcadell si, como finalmente ha ocurrido, decidía no repetir.

Incluso el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, reconoció ayer en declaraciones a La Sexta que Ernest Maragall tiene muchas papeletas para presidir el Parlament. Se da la circunstancia de que Maragall -hermano del expresident socialista Pasqual Maragall- es el diputado más longevo de la Cámara a sus 75 años, por lo que presidirá la Mesa de Edad que se conforma antes de votar a los miembros del órgano definitivo. Antiguo miembro del PSC, encabezó la corriente soberanista MÉS que finalmente se integró en Esquerra.

Por su parte, Carme Forcadell compareció ante los medios para anunciar su renuncia y realizó balance de su actuación al frente de la Mesa del Parlament. Preguntada por si Maragall sería un buen sustituto en el cargo, Forcadell mostró su preferencia por que los puestos de responsabilidad los ocupen mujeres. Sin embargo, destacó que lo importante es que el nuevo presidente no tenga procesos judiciales abiertos y que esté dispuesto “a defender la soberanía” parlamentaria.

La dirigente de ERC incidió en su intervención en que para presidir la Cámara “el nuevo momento político requiere de una figura libre, sobre todo de procesos judiciales”. Forcadell explicó que renuncia por motivos personales, pero dejó claro que emprende un nuevo camino como diputada, “con la misma fuerza y voluntad de servicio público” pero con cometidos diferentes. “Dejo la presidencia del Parlament, pero no abandono la política en ningún caso. Seguiré trabajando para hacer un país mejor, más justo, democrático y libre que todos queremos y que estoy segura que conseguiremos”, defendió.

Respecto a su trayectoria como presidenta de la Cámara, Carme Forcadell aseguró haber trabajado pensando en todos los diputados, a los que agradeció su tarea pese a lamentar momentos de máxima tensión en una legislatura de “alto voltaje político y con una fuerte polarización”. Según dijo, ya se planteó no repetir en el cargo antes de las elecciones de diciembre. “He cerrado un ciclo en una legislatura que ya se preveía corta pero muy intensa. Cuando tuve el honor de asumir la presidencia tenía claro que sería para un periodo no excesivamente largo y excepcional, como así ha sido”, subrayó. Finalmente, reivindicó haber defendido siempre la libertad de expresión y haber cerrado la puerta a la censura: “Puedo decir orgullosa que no nos hemos doblegado, no hemos cedido y nos hemos mantenido firmes en nuestra obligación, que es garantizar el debate libre en el Parlament”, concluyó.