barcelona - Tal y como se esperaba, el Tribunal Supremo rechazó el recurso de Oriol Junqueras, que continuará en prisión hasta nuevo aviso. Ante ello, las formaciones independentistas mostraron ayer una mayor unidad que en los últimos días y dejaron entrever que el acuerdo entre JuntsxCat, ERC y la CUP podría estar cercano, más si cabe después de las reuniones que republicanos y anticapitalistas han mantenido con Puigdemont en Bruselas en las últimas horas. El tiempo corre -el Parlament inicia su andadura el día 17- y los contactos se intensifican para iniciar la legislatura con un frente soberanista que haga valer su mayoría parlamentaria.

Como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones a lo largo del procés, han vuelto a ser los tribunales españoles los que han ejercido de resorte para reforzar la unidad entre los independentistas, ahora más centrados que nunca en materializar un nuevo Govern y alejar el fantasma de la repetición de elecciones, que en ningún caso les conviene. Ahora, JuntsxCat y Esquerra se ciñen a un único plan con una clara consigna: restituir a Carles Puigdemont al frente de la Generalitat. La incógnita es cómo lo harán. Los dirigentes de ERC se muestran muy confiados en que los soberanistas pronto llegarán a un pacto y aseguran que ya solo contemplan la opción de investir a Puigdemont. “Habrá acuerdo y habrá Gobierno”, zanjó el diputado Joan Tardà. En declaraciones a Cuatro, defendió que los partidos independentistas “no van a traicionar el mandato democrático recibido” el 21-D. En cuanto al debate de los últimos días acerca de que Junqueras fuese investido como plan B, Tardà negó que exista un candidato alternativo. “Nuestro presidente se llama Puigdemont y nuestro vicepresidente se llama Junqueras”.

Sergi Sabrià, portavoz de Esquerra, incidió en esa idea al asegurar que “solo hay un plan”, que consiste en que el president cesado revalide su cargo. “Puigdemont es el ganador de las elecciones”, afirmó en una entrevista en Radio Euskadi. Sabrià cree que es necesario llegar pronto a un acuerdo para iniciar la legislatura: “Somos consicientes de que hay que tener un Gobierno cuanto antes, recuperar las instituciones y acabar con el 155”, resumió.

En JuntsxCat también se han puesto las pilas con la negociación y el propio Carles Puigdemont mantiene contactos permanentes en Bruselas con representantes de Esquerra con vistas a la constitución del Parlament. Además, el miércoles se trasladó a la capital belga una delegación de la CUP, que se reunió con el president destituido con el objetivo de ir desbrozando el inicio de la legislatura y cuestionarle acerca de sus intenciones de cara a la investidura. Por tanto, todo apunta a que el proceso de conversaciones se encuentra ya encarrilado.

Carles Puigdemont, por su parte, volvió ayer a la escena pública para valorar la negativa del Supremo al recurso de Oriol Junqueras, que calificó de “escándalo” que “avergüenza a cualquier demócrata con sentido de la justicia”. Por ello, afirmó que Junqueras y el resto de encarcelados “ya no son presos políticos, sino rehenes”. El expresident no reveló nada acerca de sus intenciones, ni concretó si intentará volver a Catalunya o permanecerá en la capital belga para no ser detenido.

Una posible solución la propuso ayer el secretario general de la ANC, Enric Blanes, que en una entrevista en Onda Vasca abordó la posibilidad de constituir un Govern con consejeros “sin cartera” en el exilio y otros “en el interior” al frente de departamentos concretos. Blanes reconoce que no sería un Ejecutivo al uso, pero cree que “las circunstancias son tan anómalas que pueden exigir soluciones singulares”.

“coraje y perseverancia” Finalmente, el propio Oriol Junqueras se pronunció por la tarde vía Twitter y pidió a sus seguidores que transformen “la indignación” en “coraje y perseverancia” para mantener la unidad. “Pensad siempre en los otros, en lo que tenemos que rehacer, y persistid porque yo persistiré”, insistió. En cuanto al auto del Supremo que rechaza su libertad, los jueces alegan que existe un “riesgo relevante” de reiteración delictiva al no existir constancia de que el vicepresident cesado tenga la intención de abandonar la vía unilateral.