DONOSTIA. Según explica Etxerat, en un comunicado, esta cifra supone "un accidente cada mes y medio, provocado por la política de dispersión", el último de los cuales se produjo el pasado miércoles cuando la madre, la tía y la hermana de la presa hernaniarra Marta Igarriz regresaban de visitar a su allegada en la cárcel de Castelló I.
Tras expresar su solidaridad con las tres heridas, Etxerat ha lamentado no poder hacer "una lectura positiva" del año 2017, dado que la situación de los reclusos de la banda terrorista y huidos de la justicia "no se ha movido un ápice", porque "siguen alejados".
"Ha sido un año duro, tanto tras los barrotes, como en la carretera. El número de presos ha descendido, sí, pero todos han salido con la condena cumplida", precisa el comunicado de Etxerat.
Lamenta, en este sentido, que "cuando han pasado ya seis años desde que ETA anunciara el cese de su actividad" violenta continúen "vigentes todas y cada una" de las medidas penitenciarias aplicadas a los presos, como el mantenimiento en la cárcel de los internos "gravemente enfermos".
No obstante, esta asociación admite que durante 2017 se han dado "pasos importantes", como el "firme deseo" expresado por la sociedad vasca "de situarse en el camino hacia la paz y la resolución", que "han insuflado esperanza" a los familiares de presos, en "un año plagado de sufrimiento".
Por otra parte, el Ayuntamiento de Hernani (Gipuzkoa), localidad de la que es natural Marta Igarriz ha aprobado hoy, con el respaldo de los grupos municipales de EH Bildu, PNV y Orain Hernani, una declaración institucional en apoyo a la familia de esta presa, en la que también solicita "la desactivación de la política de alejamiento".
Según informa el consistorio hernaniarra en una nota, los portavoces municipales de los tres grupos que han apoyado esta declaración explicarán con más detalle el contenido de este texto en una rueda de prensa convocada para el próximo martes.