“Podemos va a una deriva demasiado institucional”

¿Cúales son las principales claves de su candidatura a liderar Podemos?

-Zurekin Martxan apuesta por un Podemos rupturista, feminista y que pueda crear una sociedad radicalmente democrática. Llevamos trabajando desde que los comienzos de aquel Podemos que se decía de debía ser impugnatorio, que pedía la auditoría de la deuda, que pedía ir contra la casta, también en Euskadi, o contra la corrupción. En nuestra candidatura venimos de diferentes lugares como sindicatos, centros de trabajo, colectivos sociales, y estamos implantados en los tres territorios.

Zurekin Martxan basa su fuerza en su implantación municipal. ¿Confían en que esa base les otorgue un buen resultado en las primarias?

-Apostamos fuerte por el municipalismo. No solo en las instituciones, sino que consideramos que el cambio tiene que venir de hacer política en lo local, creando redes pueblo a pueblo. En ese aspecto sí que tenemos bastantes concejalías. Ha habido un manifiesto de apoyo a Zurekin Martxan esta semana, que valoramos muy positivamente. Pero hay que hacer un esfuerzo mayor en ese ámbito.

¿Ha perdido el partido en Euskadi el espíritu del Podemos primigenio?

-Muchísimo, pero no solo en Euskadi; también a nivel estatal. El partido debe volver al principio. En ese aspecto sí que ha tenido una deriva más reformista, porque ya no se habla tanto de pegar una patada al tablero político sino de reformar la Constitución. Si queremos un cambio real, Podemos debe de ser reformista.

“Lucha contra el régimen”, señalan. En Euskadi colocan al bajo esa denominación al PNV.

-El PNV está arraigado, más ahora con la muleta que es el PSE. Es muy difícil plantarles cara, pero por eso buscamos tejer movimientos amplios, de candidaturas de unidad popular a pueblo a pueblo para 2019 con movimientos sociales, sindicatos, asociaciones vecinales... Y así podremos plantearle batalla al PNV.

Guztiok Bat y Denontzat miran hacia EH Bildu para tejer alianzas. ¿A quién mira Zurekin Martxan?

-No hablamos solo de sumas de siglas, que no nos gustan. Hay personas que no han dado el paso a la política, pero sí que lo dan a nivel municipal. Asociaciones vecinales, ecologistas, colectivos sociales... Hay que construir un frente amplio si queremos cambiar los pueblos desde la raíz para hacerlos más democráticos.

Plantean cambios profundos en el apartado organizativo. ¿Cúales son?

-Los definiríamos con la palabra descentralización. Hay dos niveles, municipal y autonómico. Pero las diputaciones tienen incluso más fuerza que el propio Parlamento Vasco, como es en su capacidad de gestionar las Haciendas, por ejemplo. Debemos dotar de estructura a este escalón intermedio, por eso proponemos Consejos territoriales con autonomía política, financiera y organizativa, pero bajo unas líneas coherentes. Además, proponemos que la Secretaría General pase a llamarse Coordinadora General y que las portavocías sean un trabajo colectivo. No nos gustan los personalismos, ni los egos.

Llaman a pegar una patada al tablero político. ¿Se está instalando Podemos en la CAV en esa centralidad de la que ustedes quieren huir?

-Podemos va a una deriva demasiado institucional. Hemos visto que solo con la institución no se puede hacer nada, por lo que proponemos estar en las calles. Si alguna vez conseguimos ganar y no tenemos un colchón social detrás, los cambios que podamos realizar van a ser reversibles.

Podemos Euskadi pone el foco en las elecciones forales y municipales de 2019. ¿Y Zurekin Martxan?

-Guztiok Bat, por ejemplo apuesta por seguir con Elkarrekin Podemos y nosotras queremos seguir con las candidaturas de unidad popular, que es una fórmula que ha servido. De hecho, tenemos casos e Cádiz, Madrid o Barcelona, en los que se ha demostrado que es una herramienta mejor que la suma de siglas.

¿Podrían ejercer de aliados de alguna otra candidatura?

-Nuestra postura la fija nuestro documento político. En la medida de que tengamos acuerdos políticos, iremos todas a una; y en cuanto existan diferencias, plantearemos cuáles son nuestras diferencias políticas para que surja el debate. En ese aspecto, seremos fieles a nuestro programa.

Gobernar en la CAV en 2020, como plantean otras candidaturas. ¿No es un reto demasiado ambicioso?

-Zurekin Martxan no tiene una mirada electoralista. La nuestra es más larga y quizás requiere más paciencia, sobre todo porque requiere que tengamos ese pensamiento crítico para poder hacerlo. En ese sentido nos parece mucho más importante crear redes pueblo a pueblo de cara a 2019, para tener esa base para 2020. A veces una victoria electoral no tiene por qué corresponder con una victoria.

Este sábado habrá un nuevo Consejo Ciudadano Autonómico y todas las candidaturas apelan a la unidad.

-Unidad sí; pero uniformidad no. Si no hubiéramos sido plurales no hubiéramos tenido tantas candidaturas y con tantos planteamientos.