vitoria - Con escasos visos de formar una candidatura unitaria, Podemos Euskadi se debatirá entre el cambio de rumbo y la continuidad. Con unas primarias que no se dilucidarán hasta el 15 de diciembre, los críticos y los continuistas con la dirección actual volverán a toparse en las urnas. Proclives a modificar de raíz la hoja de ruta actual, los primeros estarán encabezados por los senadores guipuzcoanos Josetxo Arrieta y Miren Gorrotxategi en una plancha que presumiblemente se denominará Denontzat Podemos-Podemos para Todos. Los segundos vertebrarán un proyecto en torno a la figura del actual secretario de Organización vasco, Lander Martínez. A la vista de que ambos bloques tienen un peso específico reseñable en el partido morado, la posición que adquiera el sector de pablistas vizcaínos liderados por el parlamentario Juan Luis Uria puede ser determinante. Y ambos bandos aspiran a atraerlo.
Las reticencias son más grandes que la posibilidad de formar una candidatura conjunta a la que aspiraba la secretaria general saliente, Nagua Alba. Fuentes de ambos sectores afirmaron ayer haber hecho “grandes esfuerzos” para ello. Ha sido en vano, aunque hasta el 19 de noviembre exista plazo formar una candidatura de consenso y las reuniones seguirán su curso la semana próxima. Ambas partes han mantenido contactos con el sector atomizado en torno al parlamentario Juan Luis Uria, que es la cabeza visible del sector pablista en Bizkaia, aunque a su vez mantiene sintonía con la corriente de Martínez, que ejerce de portavoz en el Parlamento Vasco. Su incorporación a alguna de las planchas, que todavía no se ha dilucidado y que no lo hará “hasta principios de la semana próxima”, según avanzó Uria, podría inclinar la balanza. Por su parte, todo indica que los anticapitalistas reeditarán Zurekin Ahal Dugu, su marca habitual en los procesos primarios y que también suele integrar a voces independientes.
Las dos corrientes mayoritarias cuentan con importantes apoyos. Además de poner voz a Elkarrekin Podemos -confluencia con Equo y Ezker Anitza-IU- en el Parlamento, Martínez se conoce al dedillo los diferentes escalafones organizativos desde su puesto de secretario de Organización, desde las propias bases que son los círculos. Importantes miembros de la dirección actual también estarían de su lado, como podría ser el caso de Eukene Arana, Andeka Larrea o Cristina Macazaga; si bien fuentes de su candidatura apuntan que “integrará caras nuevas”. Por último, también pesan como factor los contactos mantenidos con otras formaciones en el hemiciclo.
La corriente de Gorrotxategi y Arrieta, por su parte, dispone de hilo directo con la ejecutiva estatal dirigida por Pablo Iglesias. Y es que en la sombra de la candidatura asoman los miembros del Consejo Ciudadano Estatal, los también guipuzcoanos Pilar Garrido -que compitió con Alba en las anteriores primarias, es secretaria de Políticas Sociales y ostenta el cargo de senadora- y David Soto. De la misma forma, esta corriente tiene un importante papel en algunas instituciones municipales y forales, sobre todo en Gipuzkoa. Lo que sí parece descartado en la actualidad es que el exsecretario general Roberto Uriarte tome partido por este sector, al que ideológicamente es más afín. “No he tomado ninguna decisión al respecto”, afirmó ayer a este periódico.
A pesar de haber mantenido intensos contactos durante las últimas semanas, ha vuelto a aflorar la herida abierta desde que Nagua Alba se hiciera con el cargo de secretaria general en marzo de 2016. Esa distancia se fue agrandando con la celebración el pasado febrero de la asamblea estatal Vista Alegre II y, más específicamente, con la implantación en suelo vasco de los documentos políticos y organizativos. Fue por ello que un 38% de los círculos reclamaron un viraje a finales de agosto, lo que precipitó la dimisión de la secretaria general saliente Nagua Alba y la apertura de las terceras elecciones internas en apenas tres años. Recomponer otra vez más la formación será uno de los cometidos de la nueva dirección, que también deberá mirar al calendario para comenzar a preparar las elecciones municipales y forales de 2019 en las que Podemos Euskadi confía en asentar sus estructuras en el ámbito municipal.
Recuperar la base municipal es uno de los principales retos de ambas candidaturas, que no el único. Impulsado por simpatizantes de Podemos en la CAV, Martínez apuntó ayer que da el paso de dirigir la formación con un equipo que “conoce a la perfección cúales son las necesidades del partido”. “Entiendo que podemos aportar, ya que conocemos el partido desde el primer día”, afirmó. La corriente crítica, por su parte, espera “aportar nuevo contenido político” para desarrollar “un proyecto potente”.