madrid - Carles Puigdemont quería convertir a los Mossos d’Esquadra en la “fuerza armada catalana” para “actuar contra quienes intentaran hacer efectiva la vigencia de la Constitución Española en Catalunya”. Esto se recoge en la querella impuesta por la Fiscalía General del Estado contra el presidente cesado de la Generalitat y el resto de miembros de su Govern, a los que acusa de rebelión, sedición, malversación y “otros delitos conexos”. “La declaración de independencia impulsada por los querellados lleva ontológicamente anudada la asunción en exclusiva del mando sobre los Mossos d’Esquadra, cuerpo integrado por más de 17.000 efectivos armados, con el potencial efecto intimidatorio que los mismos representan para quienes intenten hacer efectiva la vigencia de la Constitución Española en Catalunya”, precisa la querella. Para la Fiscalía, es evidente que la estrategia de la Generalitat, “parte de una actuación por parte de los Mossos comprometida con la línea de actuación diseñada desde el Govern”.
Recuerda que ya en 2014 el denominado Consell Assessor per a la Transició Nacional, en su Libro Blanco de la Transición Nacional de Catalunya, señalaba como “problema a resolver a medio o largo plazo” la forma de organizar “los efectivos de defensa, o, por decirlo claramente, la opción por la creación o no de un ejército”.
Como propuesta, presentaba dos alternativas: la primera se refería a ampliar las funciones de los Mossos, lo que implicaría una militarización parcial del Cuerpo y la creación de una Guardia Nacional, con funciones de seguridad, de gestión de emergencias o de defensa, coordinada con los demás cuerpos de seguridad. La segunda alternativa era la de optar por la creación de un ejército que, “dadas las nuevas condiciones, podría ser muy diferente de los existentes hasta finales del siglo XX”. Para la Fiscalía, “esto no suponía descartar para un futuro la creación de un ejército” y a este respecto recuerda lo que respondió Puigdemont el pasado 29 de agosto en una conexión a Facebook Live, a preguntas de ciudadanos. A varias preguntas que hacían referencia a si Catalunya debía tener ejército, Puigdemont respondió: “Los ejércitos y la política de defensa son absolutamente indispensables”, o “no hemos de tener complejos, hemos de tener una política de defensa moderna, democrática y homologable a la de las naciones aliadas”, destaca la querella. Respecto a la posible utilización de los Mossos a favor de la independencia, la Fiscalía incluye también lo que dijo el exconsejero de Interior Joaquim Forn, cuando ante la pregunta de un posible enfrentamiento entre Mossos y Policía y Guardia Civil, respondió “si hay buena voluntad y se acepta la nueva realidad política, no habrá colisión entre policías”.
Contra veinte personas Las querellas presentadas por la Fiscalía por rebelión, sedición, malversación y otros conexos afectan a una veintena de dirigentes catalanes. Catorce de ellos eran miembros del Govern, incluido Santi Vila, quien dimitió antes de que se votara la declaración de independencia. La querella contra ellos se ha presentado ante la Audiencia Nacional al haber perdido su aforamiento tras ser cesados.
Los otros seis son parlamentarios y cinco de ellos miembros de la Diputación Permanente, con lo que mantienen la condición de aforados y por ello la querella se interpone ante el Supremo. El sexto es Josep Joan Nuet, miembro de Catalunya Si Que es Pot, que votó en contra de la tramitación de la declaración de independencia. - DNA
“Más dura será la caída”. El comunicado oficial de prensa que envió la Fiscalía General del Estado anunciando las dos querellas presentadas ante el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional contra el Gobierno de Carles Puigdemont y la Mesa del Parlament llevaba el título de “Más dura será la caída”.
Prisión y fianza. Las querellas solicitan la citación urgente de los investigados y, en caso de incomparecencia, su “inmediata detención”. Pide también 6,2 millones de euros a los miembros del Govern como fianza de aseguramiento de la responsabilidad civil .