Barcelona - La Sociedad General de Aguas de Barcelona (Agbar) también ha decidido trasladar su domicilio social fuera de Catalunya, en este caso a Madrid, al igual que en los últimos días lo han hecho otras grandes empresas catalanas a otros puntos del Estado ante el temor de una declaración unilateral de independencia, aunque en verdad la medida tiene mucho de eco mediático para minar al soberanismo y poco de efectos prácticos. De hecho, el paso del gigante en la gestión de aguas no afectará a los operadores del suministro, según un portavoz del grupo, sino que se trata de “preservar la seguridad jurídica de los inversionistas”. Es más, la medida tiene carácter “temporal”.

Agbar tuvo durante años su sede corporativa en la icónica torre de Jean Nouvel de la plaça de les Glòries de Barcelona, actualmente propiedad de Merlin Properties, pero hace dos años se trasladó a un edificio de alquiler en la Zona Franca de la capital catalana.

Una decena de empresas ha dado por el momento este paso. La primera de ellas fue la biofarmacéutica Oryzon Genomics, de Cornellà de Llobregat a Madrid, y le siguieron otras como Eurona, de Barcelona a Madrid, y Proclinic, de L’Hospitalet a Zaragoza-. Imitaron esta opción Banco Sabadell, en este caso a Alicante, a la antigua sede de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que fue adquirida por la entidad catalana en 2012; y CaixaBank, desplazándose a Valencia tras el decreto ley de medidas urgentes aprobado por el Consejo de Ministros con el que se establece un nuevo marco para agilizar el cambio de sedes sociales de las empresas en territorio nacional permitiendo que esta decisión la tome el consejo de administración sin necesidad de someterlo a la junta de accionistas. Además, la Fundación La Caixa y Criteria anunciaron también que se trasladarán a Palma de Mallorca.

En este colectivo de fugas hay que incluir a Banco Mediolanum, rumbo a Valencia; Gas Natural Fenosa, a Madrid; la textil Dogi, controlada por el fondo de inversión Sherpa Capital y hasta ahora con sede en El Masnou, también a la capital española; así como la también cotizada Service Point, o Arquia Banca, entidad especializada en el asesoramiento a profesionales.

Codorníu, Freixenet y Catalana Occidente se lo están planteando, pero entre las empresas que no tienen esta cuestión sobre la mesa figuran firmas como Pronovias, Lidl, Mango, Colonial, Cellnex y Miquel y Costas. Por su parte, el fabricante de automóviles Seat ya aseguró que su marcha es solo un “rumor”. Y entre las que no se han posicionado están Ercros, Nestlé, Esteve, Indukern y Desigual. - I. Santamaría