BARCELONA - Un mar de dudas se cierne sobre la inminente proclamación de una Declaración Unilateral de Independencia por parte del soberanismo, tal y como mandata la ley del Referéndum aprobada el pasado 6 de septiembre. Carles Puigdemont comparecerá, a petición propia, el próximo martes ante el Parlament catalán, pero a estas horas se mantiene la incógnita de si activará esa vía o, por contra, decidirá echar el freno para buscar un momento más favorable para poder hacerlo.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, convocó ayer formalmente el pleno para el martes a las 18 horas con la comparecencia del presidente de la Generalitat para abordar “la situación política actual” como único punto del orden del día.
El pleno estaba previsto inicialmente para el lunes a las 10.00 horas pero el Tribunal Constitucional (TC) lo suspendió a petición del PSC porque Puigdemont iba a comparecer para abordar la aplicación de la victoria del sí en el referéndum del 1 de octubre.
La Junta de Portavoces se reunió ayer para fijar el nuevo pleno del martes y Forcadell lo ha convocado formalmente. No se prevé que ningún grupo lo recurra porque ya no se hace referencia al referéndum ni a su resultado, y la convocatoria se limita a decir que Puigdemont valorará la situación política actual. Flota en el ambiente la duda de si, bajo ese genérico tema, el president intente colar la declaración de independencia mediante una modificación en el orden del día del pleno, tal y como hicieran los soberanistas en la primera semana de septiembre con las leyes de Referéndum y de Transitoriedad Jurídica, que fueron aprobadas de manera exprés y ante las críticas de la oposición que tildaron de irregular y antidemocrático el procedimiento utilizado.
Puigdemont comparecerá a petición propia y lo hará a una hora, las seis de la tarde, que ha disgustado a los grupos de la oposición porque consideran que va en contra de la conciliación laboral y familiar, y que podría poner en riesgo la seguridad de los diputados en caso de que haya concentraciones de los ciudadanos en la puerta ante una eventual declaración de independencia.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) exigió hace varios días una “movilización máxima” el día en que Puigdemont comparezca en el Parlament: si bien no se hizo una llamada explícita a manifestarse ante la Cámara, algunos grupos dan por hecho que se concentrarán dentro del Parc de la Ciutadella, en el que se ubica el edificio. Esta es una posibilidad que va cobrando fuerza en las últimas horas, alimentada por manifestaciones como las del delegado del Gobierno español en Catalunya, Enric Millo, que ayer dijo que deberán ser los Mossos d’Esquadra los que eviten que tenga lugar la sesión plenaria del lunes, suspendida por el Constitucional porque podía ser utilizada para promulgar la declaración de independencia.
El martes Puigdemont intervendrá primero en el pleno sin límite de tiempo y, a continuación, cada grupo parlamentario tendrá diez minutos para fijar su posicionamiento: el presidente catalán podrá responderles individual o conjuntamente y los grupos podrán volver a replicar.
La determinación del independentismo para llevar hasta las últimas consecuencias la DUI se ha visto debilitada en los últimos días, coincidiendo con la fuga de algunos bancos y empresas que han decidido trasladar sus domicilios sociales fuera de Catalunya. El expresident de la Generalitat, Artur Mas, puso ayer voz a estas dudas sobre el momento, que no el objetivo, propicio para proclamar la independencia.
el momento También la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, aseguró, al ser preguntada sobre la fecha en la que piensan declarar la independencia que les preocupa “poco” el tiempo y que lo que no quieren es “perder a nadie”. La número dos de la antigua Convergència explicó que lo que quieren “no es solo proclamar la independencia” y que en el camino “no queremos perder a nadie, y sobre todo que no queremos perder la complicidad internacional”.
No lo ve así la CUP que ayer mismo reclamó a Puigdemont que empiece a aplicar sin más dilaciones la ley de Transitoriedad jurídica. “Es ineludible e inaplazable”, señaló Carles Riera, diputado en el Parlament. A su juicio, esta declaración debería producirse el martes en la comparecencia del president de la Generalitat.